Pero cuando Cefas fue a la ciudad de Antioquía, lo reprendí en su propia cara, porque lo que estaba haciendo era condenable.
Empero viniendo Pedro á Antioquía, le resistí en la cara, porque era de condenar.
Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque era de condenar.
Pero cuando Pedro vino a Antioquía, lo reprendí cara a cara, porque era de condenar
¶ Pero viniendo Pedro a Antioquía, le resistí en la cara, porque era de condenar.
¶ Empero viniẽdo Pedro à Antiochia, le reſiſtí en la cara, como era de condenar.
Pero cuando Cefas fue a la ciudad de Antioquía, lo reprendí en su propia cara, porque lo que estaba haciendo era condenable.
Pero cuando Cefas fue a la ciudad de Antioquía, lo reprendí en su propia cara, porque lo que estaba haciendo era condenable.
Pero cuando Pedro vino a Antioquía, me encaré abiertamente con él, porque no procedía como es debido.
Pero cuando Pedro vino a Antioquía, me opuse a él cara a cara, porque era de condenar.
Cuando Pedro fue a Antioquía, lo enfrenté cara a cara porque sus propias acciones lo condenaban.
Pero cuando Pedro vino a Antioquía, me encaré abiertamente con él, porque no procedía como es debido.
Pero cuando después me encontré con Pedro en Antioquía, me opuse a él en público, y le critiqué fuertemente algo que estaba haciendo.
Pero cuando Pedro vino a Antioquía, me opuse a él cara a cara, porque él era digno de ser censurado.
Pero cuando Pedro llegó a Antioquía, tuve que enfrentarlo cara a cara, porque él estaba muy equivocado en lo que hacía.
Pues bien, cuando Pedro fue a Antioquía, le eché en cara su comportamiento condenable.
Pero cuando Cefas fue a Antioquía, le resistí cara a cara porque era digno de reprensión.
Pero cuando Pedro vino a Antioquía, yo me opuse a él frente a frente porque era reprensible.
Pero cuando Pedro vino a Antioquía, me enfrenté a él cara a cara, porque lo que hacía era reprochable.
Empero viniendo Pedro á Antioquía, le resistí en la cara, porque era de condenar.
Cuando Pedro vino a la ciudad de Antioquía, me enfrenté a él y le dije que no estaba bien lo que hacía.
Cuando Pedro vino a la ciudad de Antioquía, me enfrenté a él y le dije que no estaba bien lo que hacía.
El versiculo Gálatas, 2:11 de La Sagrada Biblia es algo que es aconsejable tener constantemente presente de manera que podamos analizarlo y pensar acerca de él.Probablemente sería bueno preguntarse ¿Qué pretendía decirnos Nuestro Padre que está en los Cielos con el versículo Gálatas, 2:11? ¿En qué ocasiones de nuestra vida diaria tenemos la oportunidad de recurrir a lo que aprendemos gracias al versículo Gálatas, 2:11 de La Sagrada Biblia?
Discurrir y recapacitar en relación con el versículo Gálatas, 2:11 es un gran aporte que nos permite a ser mejores cristianos y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, ese es el motivo por el cual es bueno acudir al versículo Gálatas, 2:11 siempre que necesitemos una luz que nos guíe de modo que podamos saber qué pasos dar o para traer la tranquilidad a nuestro espíritu.