Pero ni siquiera Tito, que estaba conmigo y que era griego, fue obligado a someterse al rito de la circuncisión.
Mas ni aun Tito, que estaba conmigo, siendo Griego, fué compelido á circuncidarse.
Mas ni aun Tito, que estaba conmigo, con todo y ser griego, fue obligado a circuncidarse
Pero ni aun Tito, que estaba conmigo, con todo y ser griego, fue obligado a circuncidarse
Mas ni aun Tito, que estaba conmigo, siendo griego, fue compelido a circuncidarse.
Mas ni aun Tito, que eſtaua con migo, ſiendo Griego, fue compelido à circuncidarſe.
Pero ni siquiera Tito, que estaba conmigo y que era griego, fue obligado a someterse al rito de la circuncisión.
Pero ni siquiera Tito, que estaba conmigo y que era griego, fue obligado a someterse al rito de la circuncisión.
Pues bien, ni siquiera Tito, mi acompañante, que no era judío fue obligado a circuncidarse.
Pero ni aun Tito, que estaba conmigo, fue obligado a circuncidarse, aunque era griego.
Pero Tito estaba conmigo, y aunque él es griego, no fue obligado a circuncidarse.
Pues bien, ni siquiera Tito, mi acompañante, que no era judío, fue obligado a circuncidarse.
Y ni siquiera le exigieron a Tito, mi compañero, que se circuncidara, a pesar de que era griego.
Pero ni aun Tito, que estaba conmigo, fue obligado a circuncidarse, aunque era griego.
Sin embargo, ellos me respaldaron y ni siquiera exigieron que mi compañero Tito se circuncidara, a pesar de que era griego.
Ahora bien, ni siquiera Tito, que me acompañaba, fue obligado a circuncidarse, aunque era griego.
Ni aun Tito, el griego que estaba conmigo, fue obligado a circuncidarse
Sin embargo, ni siquiera Tito, quien estaba conmigo, siendo griego fue obligado a circuncidarse
Pero ni siquiera Tito, que estaba conmigo, fue obligado a circuncidarse, aunque era griego
Mas ni aun Tito, que estaba conmigo, siendo Griego, fué compelido á circuncidarse.
Ellos no obligaron a nadie a circuncidarse; ni siquiera a Tito, que no era judío.
Ellos no obligaron a nadie a circuncidarse; ni siquiera a Tito, que no era judío.
Es aconsejable tomar continuamente en consideración el versículo Gálatas, 2:3 de La Sagrada Biblia con el objetivo de analizarlo y pensar sobre él.Tal vez deberíamos preguntarnos ¿Qué trataba de decirnos Dios Padre con el versículo Gálatas, 2:3? ¿En qué coyunturas de nuestro día a día tenemos la oportunidad de recurrir a lo que hemos alcanzado a saber gracias al versículo Gálatas, 2:3 de La Biblia?
Dedicar tiempo a la meditación en torno a lo que se refiere el versículo Gálatas, 2:3 nos ayuda a ser mejores personas y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, por eso es aconsejable apoyarse en el versículo Gálatas, 2:3 cuando creamos que necesitemos palabras que nos inspiren y guíen y así saber en qué forma acturar o para traer la serenidad a nuestras almas.