—Voy a mandarte uno de los cabritos de mi rebaño —contestó Judá. —Está bien —dijo ella—, pero déjame algo tuyo como prenda hasta que me lo mandes.
El respondió: Yo te enviaré del ganado un cabrito de las cabras. Y ella dijo: Hasme de dar prenda hasta que lo envíes.
Él respondió: Yo te enviaré del ganado un cabrito de las cabras. Y ella dijo: Dame una prenda hasta que lo envíes.
—Te enviaré un cabrito de mi rebaño —respondió él. —Dame una prenda, hasta que lo envíes —dijo ella.
El respondió: Yo te enviaré de las ovejas un cabrito de las cabras. Y ella dijo: Hazme de dar prenda hasta que lo envíes.
El reſpondio, Yo te embiaré de las ouejas vn cabrito de las cabras. Y ella dixo, Has me de dár prenda haſta que lo embies.
—Voy a mandarte uno de los cabritos de mi rebaño —contestó Judá. —Está bien —dijo ella—, pero déjame algo tuyo como prenda hasta que me lo mandes.
—Voy a mandarte uno de los cabritos de mi rebaño —contestó Judá. —Está bien —dijo ella—, pero déjame algo tuyo como prenda hasta que me lo mandes.
Él respondió: — Te mandaré uno de los cabritos de mi rebaño. Ella replicó: — Está bien, pero me tienes que dejar algo en garantía hasta que me lo mandes.
Él respondió: Yo te enviaré un cabrito de las cabras del rebaño. Y ella dijo: ¿Me darás una prenda hasta que lo envíes?
Judá le respondió: —Voy a mandarte un cabrito de mi rebaño. Y ella dijo: —Acepto sólo si me das algo en garantía mientras me mandas el cabrito.
Él respondió: —Te mandaré uno de los cabritos de mi rebaño. Ella replicó: —Está bien, pero me tienes que dejar algo en garantía hasta que me lo mandes.
―Te enviaré un cabrito de mi rebaño —prometió él. ―¿Qué prendas me darás para que tenga la seguridad de que me lo vas a mandar? —preguntó ella.
«Yo te enviaré un cabrito de las cabras del rebaño», respondió Judá. «¿Me darás una prenda hasta que lo envíes?», le dijo ella.
—Te enviaré un cabrito de mi rebaño —prometió Judá. —¿Pero qué me darás como garantía de que enviarás el cabrito? —preguntó ella.
—Te mandaré uno de los cabritos de mi rebaño —respondió Judá. —Está bien —respondió ella—, pero déjame algo en garantía hasta que me lo mandes.
Él dijo: Yo mismo te enviaré un cabrito del rebaño. Y ella preguntó: ¿Me das alguna prenda hasta que lo envíes?
Él respondió: —Yo te enviaré un cabrito del rebaño. Ella le dijo: —Tienes que darme una prenda hasta que me lo envíes.
Él respondió: «Te enviaré un cabrito de mi ganado.» Pero ella le dijo: «Déjame una prenda, hasta que lo envíes.»
El respondió: Yo te enviaré del ganado un cabrito de las cabras. Y ella dijo: Hasme de dar prenda hasta que lo envíes.
—Te mandaré uno de mis cabritos —respondió Judá. —Acepto —dijo ella—, solo si me dejas algo tuyo como garantía de que me pagarás.
—Te mandaré uno de mis cabritos —respondió Judá. —Acepto —dijo ella—, solo si me dejas algo tuyo como garantía de que me pagarás.
El versiculo Génesis, 38:17 de La Santa Biblia es algo que es conveniente tomar en todo momento en cuenta con el fin de meditar acerca de él.Tal vez deberíamos preguntarnos ¿Qué trataba de decirnos el Señor con el versículo Génesis, 38:17? ¿Cuáles serán las coyunturas de nuestra vida diaria en que seremos capaces de aprovechar lo que hemos alcanzado a saber gracias al versículo Génesis, 38:17 de Las Sagradas Escrituras?
Dedicar tiempo a la meditación acerca de el versículo Génesis, 38:17 nos ayuda a ser mejores cristianos y a acercarnos más a Dios, por ese motivo es aconsejable recurrir al versículo Génesis, 38:17 en todas aquellas ocasiones en que necesitemos una luz que nos guíe para saber en qué forma acturar o para traer la paz a nuestros corazones.