Un día, Lámec les dijo a sus esposas Adá y Silá: «Escuchen bien lo que les digo: he matado a un hombre por herirme, a un muchacho por golpearme.
Y dijo Lamech á sus mujeres: Ada y Zilla, oid mi voz; Mujeres de Lamech, escuchad mi dicho: Que varón mataré por mi herida, Y mancebo por mi golpe
Y dijo Lamec a sus mujeres: Ada y Zila, oíd mi voz; Mujeres de Lamec, escuchad mi dicho: Que un varón mataré por mi herida, Y un joven por mi golpe.
Un día, Lamec dijo a sus mujeres: «Ada y Zila, oíd mi voz; mujeres de Lamec, escuchad mis palabras: A un hombre maté por haberme herido y a un joven por haberme golpeado.
¶ Y dijo Lamec a sus mujeres: Ada y Zila, oíd mi voz; mujeres de Lamec, escuchad mi dicho: Que varón mataré por mi herida, y un joven por mi golpe
¶ Y dixo Lamech à ſus mugeres Ada y Sella, Oyd mi boz mugeres de Lamech, escuchad mi dicho: Que varon mataré por mi herida, y mancebo por mi golpe
Un día, Lámec les dijo a sus esposas Adá y Silá: «Escuchen bien lo que les digo: he matado a un hombre por herirme, a un muchacho por golpearme.
Un día, Lámec les dijo a sus esposas Adá y Silá: «Escuchen bien lo que les digo: he matado a un hombre por herirme, a un muchacho por golpearme.
Un día, Lámec dijo a Adá y Selá, sus mujeres: — Escúchenme mujeres de Lámec, presten atención a mis palabras: He matado a un hombre por herirme y a un muchacho por golpearme
Y Lamec dijo a sus mujeres: Ada y Zila, oíd mi voz; mujeres de Lamec, prestad oído a mis palabras, pues he dado muerte a un hombre por haberme herido, y a un muchacho por haberme pegado.
Lamec les dijo a sus mujeres: «Ada y Zila, escúchenme: Mujeres de Lamec, oigan lo que tengo que decir. Mataré al hombre que me hiera, y al niño que me lastime.
Un día, Lámec dijo a Adá y Selá, sus mujeres: —Escúchenme mujeres de Lámec, presten atención a mis palabras: He matado a un hombre por herirme y a un muchacho por golpearme
Un día, Lamec les dijo a sus esposas: «¡Escúchenme, mujeres de Lamec! ¡Oigan bien lo que les digo! A un hombre que me hirió, lo maté, y lo mismo hice con un muchacho que me golpeó.
Lamec dijo a sus mujeres: «Ada y Zila, oigan mi voz; Mujeres de Lamec, Presten oído a mis palabras, Pues he dado muerte a un hombre por haberme herido, Y a un muchacho por haberme pegado.
Cierto día Lamec dijo a sus esposas: «Ada y Zila, oigan mi voz; escúchenme, esposas de Lamec. Maté a un hombre que me atacó, a un joven que me hirió.
Lamec dijo a sus mujeres Ada y Zila: «¡Escuchen bien, mujeres de Lamec! ¡Escuchen mis palabras! Maté a un hombre por haberme herido, y a un muchacho por golpearme.
Lamec dijo a sus esposas: Ada y Zila: ¡Escuchen mi voz! Esposas de Lamec, Presten oído a mi dicho: Que a un hombre maté porque me hirió, Y a un muchacho maté porque me golpeó.
Entonces Lamec dijo a sus mujeres: “Ada y Zila, oigan mi voz. Oh mujeres de Lamec, escuchen mi dicho: Yo maté a un hombre, porque me hirió; maté a un muchacho, porque me golpeó.
Dijo entonces Lamec a sus mujeres: «Ada y Silá, escuchen mi voz; Mujeres de Lamec, atiendan mis palabras. Si soy herido, mataré a un varón; Si soy golpeado, mataré a un joven.
Y dijo Lamech á sus mujeres: Ada y Zilla, oid mi voz; Mujeres de Lamech, escuchad mi dicho: Que varón mataré por mi herida, Y mancebo por mi golpe
Un día, Lámec les dijo a sus dos esposas: «Adá y Sila, esposas mías: ¡escúchenme, préstenme atención! Si alguien me hiere, o me hace algún daño, sea niño o sea hombre, lo mataré.
Un día, Lámec les dijo a sus dos esposas: «Adá y Sila, esposas mías: ¡escúchenme, préstenme atención! Si alguien me hiere, o me hace algún daño, sea niño o sea hombre, lo mataré.
El versiculo Génesis, 4:23 de La Sagrada Biblia consiste en algo que es conveniente tomar en todo momento en cuenta para hacer una reflexión sobre él. Acaso deberíamos hacernos la pregunta ¿Qué trataba de decirnos Nuestro Padre que está en los Cielos con el versículo Génesis, 4:23? ¿En qué coyunturas de nuestra vida cotidiana seremos capaces de aplicar lo que hemos alcanzado a saber gracias al versículo Génesis, 4:23 de Las Sagradas Escrituras?
Dedicar tiempo a la meditación sobre el versículo Génesis, 4:23 es un gran aporte que nos permite a ser mejores cristianos y a acercarnos más a Dios, por esa cuestión es aconsejable recurrir al versículo Génesis, 4:23 cada vez que necesitemos una luz que nos guíe y así saber cómo proceder o para traer el sosiego a nuestros corazones.