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Jeremías, 37:14

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Jeremías, 37:14

Jeremías respondió: —¡No es verdad, no me voy a pasar a los caldeos! Pero Irías no lo escuchó, sino que lo arrestó y lo llevó ante los funcionarios.


Y Jeremías dijo: Falso: no me retiro á los Caldeos. Mas él no lo escuchó, antes prendió Irías á Jeremías, y llevólo delante de los príncipes.


Y Jeremías dijo: Falso; no me paso a los caldeos. Pero él no lo escuchó, sino prendió Irías a Jeremías, y lo llevó delante de los príncipes.


Jeremías dijo: «¡Falso, no me paso a los caldeos!» Pero él no le escuchó, sino que prendió Irías a Jeremías y lo llevó delante de sus jefes.


Y Jeremías dijo: Falso; no me retiro a los caldeos. Mas él no lo escuchó, antes prendió Irías a Jeremías, y lo llevó delante de los príncipes.


Y Ieremias dixo, Es mentira, no me acuesto àlos Chaldeos. Mas el nolo escuchó: antes prendió Ierias à Ieremias, y truxolo delante de los Principes.


Jeremías respondió: —¡No es verdad, no me voy a pasar a los caldeos! Pero Irías no lo escuchó, sino que lo arrestó y lo llevó ante los funcionarios.


Jeremías respondió: —¡No es verdad, no me voy a pasar a los caldeos! Pero Irías no lo escuchó, sino que lo arrestó y lo llevó ante los funcionarios.


Jeremías le dijo: — Eso es mentira. Yo no me he pasado a los caldeos. Pero Jirías no le hizo caso. Apresó a Jeremías y lo llevó ante los dignatarios.


Pero Jeremías dijo: ¡No es verdad! No voy a pasarme a los caldeos. Sin embargo él no le hizo caso. Apresó, pues, Irías a Jeremías y lo llevó a los oficiales.


Jeremías dijo: —¡Eso no es cierto, no voy a pasarme a los babilonios! Pero Irías no le hizo caso, sino que lo arrestó y lo llevó ante los oficiales.


Jeremías le dijo: —Eso es mentira. Yo no me he pasado a los caldeos. Pero Jirías no le hizo caso. Apresó a Jeremías y lo llevó ante los dignatarios.


―¡No es cierto! —dijo Jeremías—. ¡No tengo la menor intención de hacer tal cosa! Pero Irías no le hizo caso; llevó a Jeremías ante los funcionarios de la ciudad.


Pero Jeremías dijo: «¡No es verdad! No voy a pasarme a los caldeos». Sin embargo, él no le hizo caso. Apresó, pues, a Jeremías y lo llevó a los oficiales.


—¡Mentira! —protestó Jeremías—. No tenía la menor intención de hacer tal cosa. Pero Irías no quiso escucharlo, así que llevó a Jeremías ante los funcionarios.


Jeremías respondió: —¡Mentira, no voy a pasarme a los babilonios! Pero Irías no le hizo caso, sino que lo detuvo y lo llevó ante los oficiales.


Jeremías respondió: Falso, no me paso a los caldeos. Pero él no lo quiso escuchar. Agarró a Jeremías y lo llevó ante los magistrados.


Pero Jeremías dijo: —¡Falso! No voy a pasarme a los caldeos. Irías no le hizo caso, sino que prendió a Jeremías y lo llevó a los magistrados.


Jeremías negó estar pasándose al bando de los caldeos, pero Irías no le hizo caso, sino que lo aprehendió y lo hizo comparecer ante los príncipes.


Y Jeremías dijo: Falso: no me retiro á los Caldeos. Mas él no lo escuchó, antes prendió Irías á Jeremías, y llevólo delante de los príncipes.


Yo le contesté que no era esa mi intención, pero Irías no me creyó. Al contrario, me arrestó y me llevó ante los asistentes del rey.


Yo le contesté que no era esa mi intención, pero Irías no me creyó. Al contrario, me arrestó y me llevó ante los asistentes del rey.


El versiculo Jeremías, 37:14 de La Santa Biblia es algo que es muy recomendable tomar continuamente en consideración con la finalidad de analizarlo y pensar acerca de él.Tal vez sería acertado cuestionarse ¿Qué quiso manifestarnos Dios con el versículo Jeremías, 37:14? ¿En qué coyunturas de nuestra vida cotidiana tenemos la oportunidad de recurrir a lo que aprendemos gracias al versículo Jeremías, 37:14 de La Sagrada Biblia?

Reflexionar acerca de el versículo Jeremías, 37:14 nos resulta fundamental para llegar a a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, esa es la razón por la cual es bueno recurrir al versículo Jeremías, 37:14 todas las veces que necesitemos palabras que nos inspiren y guíen de modo que podamos saber en qué forma acturar o para traer el sosiego a nuestros corazones y almas.