«Tómalo bajo tu cuidado, y no lo trates mal, sino dale todo lo que te pida.»
Tómale, y mira por él, y no le hagas mal ninguno; antes harás con él como él te dijere.
Tómale y vela por él, y no le hagas mal alguno, sino que harás con él como él te dijere.
«Tómalo y vela por él; no le hagas mal alguno, sino haz con él como él te diga.»
Tómale, y mira por él, y no le hagas mal ninguno; antes harás con él como él te dijere.
Tomalo y mira por el, y no le hagas mal ninguno: antes haras conel como el te dixere.
«Tómalo bajo tu cuidado, y no lo trates mal, sino dale todo lo que te pida.»
«Tómalo bajo tu cuidado, y no lo trates mal, sino dale todo lo que te pida.»
— Preocúpate de él y no le hagas ningún daño. Y pórtate con él como él mismo te diga.
Tómalo y vela por él, y no le hagas daño alguno; sino que harás con él conforme a lo que él mismo te diga.
«Toma a Jeremías bajo tu cuidado, no le hagas ningún daño y satisface todas sus peticiones».
—Preocúpate de él y no le hagas ningún daño. Y pórtate con él como él mismo te diga.
Mientras tanto el rey Nabucodonosor le había ordenado a Nabuzaradán que buscara a Jeremías. ―Encárgate de que no sufra ningún daño, le dijo. Cuídalo bien y dale cuanto quiera.
«Tómalo y vela por él, y no le hagas daño alguno; sino que harás con él conforme a lo que él mismo te diga».
«Asegúrate de que no esté herido —le dijo—, trátalo bien y dale todo lo que quiera».
«Vigílalo bien, sin hacerle ningún daño y haz con él como él mismo te diga».
Tómalo y vela por él, y no le hagas algún daño, sino trátalo tal como él te diga.
“Tómalo y cuida de él. No le hagas nada malo; más bien, harás con él como él te diga”.
«Tómalo y cuida de él. No le hagas ningún daño. Más bien, haz con él lo que yo te diga.»
Tómale, y mira por él, y no le hagas mal ninguno; antes harás con él como él te dijere.
El rey de Babilonia le ordenó a Nebuzaradán que me vigilara muy bien, y le dijo: «No le hagas ningún daño, y dale todo lo que necesite».
El rey de Babilonia le ordenó a Nebuzaradán que me vigilara muy bien, y le dijo: «No le hagas ningún daño, y dale todo lo que necesite».
El versiculo Jeremías, 39:12 de La Biblia es algo que deberíamos tener en todo momento presente con la finalidad de analizarlo y pensar en torno a él.Probablemente sería adecuado preguntarse ¿Qué trataba de manifestarnos Nuestro Padre que está en los Cielos con el versículo Jeremías, 39:12? ¿En qué ocasiones de nuestra vida cotidiana podemos aplicar lo que hemos llegado a saber gracias al versículo Jeremías, 39:12 de Las Sagradas Escrituras?
Dedicar tiempo a la meditación sobre el versículo Jeremías, 39:12 nos supone una ayuda a ser capaces de acercarnos más al mensaje de Nuestro Señor y a acercarnos más a Dios, esa es la cuestión por la cual es conveniente acudir al versículo Jeremías, 39:12 todas las veces que necesitemos palabras que nos inspiren y guíen para saber cómo proceder o para traer el sosiego a nuestros corazones y almas.