Jeremías, 39:6
Pero los soldados caldeos los persiguieron, y alcanzaron a Sedequías en la llanura de Jericó. Lo capturaron y lo llevaron ante el rey Nabucodonosor, que estaba en Riblá, en el territorio de Hamat. All
Y degolló el rey de Babilonia los hijos de Sedechîas á su presencia en Ribla, haciendo asimismo degollar el rey de Babilonia á todos los nobles de Judá.
Y degolló el rey de Babilonia a los hijos de Sedequías en presencia de este en Ribla, haciendo asimismo degollar el rey de Babilonia a todos los nobles de Judá.
Degolló el rey de Babilonia a los hijos de Sedequías en presencia de este, en Ribla. Asimismo, el rey de Babilonia hizo degollar a todos los nobles de Judá
Y degolló el rey de Babilonia a los hijos de Sedequías en su presencia en Ribla, haciendo asimismo degollar el rey de Babilonia a todos los nobles de Judá.
Y degolló el Rey de Babylonia los hijos de Sedechias en ſu preſencia en Reblathá, y à todos los nobles de Iuda degolló el Rey de Babylonia.
Pero los soldados caldeos los persiguieron, y alcanzaron a Sedequías en la llanura de Jericó. Lo capturaron y lo llevaron ante el rey Nabucodonosor, que estaba en Riblá, en el territorio de Hamat. All
Pero los soldados caldeos los persiguieron, y alcanzaron a Sedequías en la llanura de Jericó. Lo capturaron y lo llevaron ante el rey Nabucodonosor, que estaba en Riblá, en el territorio de Hamat. All
El rey de Babilonia mandó degollar en Ribla a los hijos de Sedecías en presencia de este, y también hizo degollar a la gente principal de Judá.
Entonces el rey de Babilonia degolló a los hijos de Sedequías ante sus ojos en Ribla; también el rey de Babilonia degolló a todos los nobles de Judá.
Ante los ojos de Sedequías, el rey de Babilonia mandó degollar a los hijos de Sedequías en Riblá e hizo lo mismo con todos los nobles de Judá.
El rey de Babilonia mandó degollar en Ribla a los hijos de Sedecías en presencia de este, y también hizo degollar a la gente principal de Judá.
El rey de Babilonia obligó a Sedequías a presenciar cómo mataban a sus hijos y a todos los nobles de Judá.
Entonces el rey de Babilonia degolló a los hijos de Sedequías ante sus ojos en Ribla; también el rey de Babilonia degolló a todos los nobles de Judá.
El rey de Babilonia hizo que Sedequías observara mientras masacraba a sus hijos en Ribla. El rey de Babilonia también masacró a todos los nobles de Judá.
y, ante sus propios ojos, el rey hizo degollar a sus hijos y a todos los nobles de Judá.
El rey de Babilonia degolló a los hijos de Sedequías en presencia de éste en Ribla. El rey de Babilonia mandó degollar también a todos los nobles de Judá.
El rey de Babilonia degolló en Ribla a los hijos de Sedequías, en presencia de este. Asimismo, el rey de Babilonia hizo degollar a todos los nobles de Judá.
Allí en Ribla, el rey de Babilonia mandó degollar en presencia de Sedequías a los hijos de este, lo mismo que a todos los nobles de Judá.
Y degolló el rey de Babilonia los hijos de Sedechîas á su presencia en Ribla, haciendo asimismo degollar el rey de Babilonia á todos los nobles de Judá.
En primer lugar, mandó que mataran delante de él a sus hijos y a todos los hombres importantes de Judá
En primer lugar, mandó que mataran delante de él a sus hijos y a todos los hombres importantes de Judá
Es preciso tomar continuamente en consideración el versículo Jeremías, 39:6 de los Textos Sagrados que componen la Biblia para hacer una reflexión en torno a él.Probablemente deberíamos preguntarnos ¿Qué pretendía manifestarnos el Señor con el versículo Jeremías, 39:6? ¿En qué momentos de nuestra vida diaria seremos capaces de llevar a la práctica aquello que hemos alcanzado a saber gracias al versículo Jeremías, 39:6 de Las Sagradas Escrituras?
El hecho de reflexionar en torno a lo que se refiere el versículo Jeremías, 39:6 nos resulta fundamental para llegar a a ser mejores cristianos y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, esa es la cuestión por la cual es oportuno apoyarse en el versículo Jeremías, 39:6 cada vez que necesitemos una luz que nos guíe para saber cómo proceder o para traer la tranquilidad a nuestras almas.
