»No den las cosas sagradas a los perros, no sea que se vuelvan contra ustedes y los hagan pedazos. Y no echen sus perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen.
No deis lo santo á los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los puercos; porque no las rehuellen con sus pies, y vuelvan y os despedacen.
No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen.
»No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen y se vuelvan y os despedacen.
No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los puercos; no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen.
No deys lo sancto à los perros: ni echeys vuestras perlas delante de los puercos: porque no las rehuellen cõ ſus pies, y bueluan y os despedacen.
»No den las cosas sagradas a los perros, no sea que se vuelvan contra ustedes y los hagan pedazos. Y no echen sus perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen.
»No den las cosas sagradas a los perros, no sea que se vuelvan contra ustedes y los hagan pedazos. Y no echen sus perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen.
No entreguen las cosas sagradas a los perros, ni echen sus perlas a los cerdos, pues las pisotearán y, revolviéndose, los harán pedazos a ustedes.
No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las huellen con sus patas, y volviéndose os despedacen.
»No les den lo que es santo a los perros, pues se irán contra ustedes y los morderán. No les tiren tampoco perlas finas a los cerdos, pues lo único que ellos harán es pisotearlas.
No entreguen las cosas sagradas a los perros, ni echen sus perlas a los cerdos, pues las pisotearán y, revolviéndose, los harán pedazos a ustedes.
»No le den lo que es santo a los perros, ni echen perlas delante de los puercos; porque son capaces de pisotearlas y luego dar media vuelta y atacarlos a ustedes.
»No den lo santo a los perros, ni echen sus perlas delante de los cerdos, no sea que las huellen con sus patas, y volviéndose los despedacen a ustedes.
»No desperdicien lo que es santo en gente que no es santa. ¡No arrojen sus perlas a los cerdos! Pisotearán las perlas y luego se darán vuelta y los atacarán.
»No den lo sagrado a los perros, no sea que se vuelvan contra ustedes y los despedacen; ni echen sus perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen.
No den lo santo a los perros ni echen sus perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen, se lancen contra ustedes y los despedacen.
“No den lo santo a los perros, ni echen sus perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen y después se vuelvan contra ustedes y los despedacen.
»No den ustedes lo santo a los perros, ni echen sus perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan contra ustedes y los despedacen.
No deis lo santo á los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los puercos; porque no las rehuellen con sus pies, y vuelvan y os despedacen.
»No den a los perros las cosas que pertenecen a Dios, ni echen delante de los cerdos lo que para ustedes es más valioso. Los cerdos no sabrán apreciar su valor, y los perros pueden morderlos a ustedes
»No den a los perros las cosas que pertenecen a Dios, ni echen delante de los cerdos lo que para ustedes es más valioso. Los cerdos no sabrán apreciar su valor, y los perros pueden morderlos a ustedes
Debemos tener en todo momento presente el versículo San Mateo, 7:6 de los Textos Sagrados que componen la Biblia de tal forma que podamos reflexionar en torno a él.Seguramente sería adecuado preguntarse ¿Qué intentaba decirnos Nuestro Padre que está en los Cielos con el versículo San Mateo, 7:6? ¿En qué momentos de nuestra vida cotidiana podemos hacer valer aquello que aprendemos gracias al versículo San Mateo, 7:6 de Las Sagradas Escrituras?
El hecho de reflexionar acerca de el versículo San Mateo, 7:6 nos es de gran ayuda a ser mejores personas y a aproximarnos más a Dios, esa es la razón por la cual es conveniente recurrir al versículo San Mateo, 7:6 en todas aquellas ocasiones en que pueda servirnos de guía y así saber en qué forma acturar o para traer la tranquilidad a nuestras almas.