23 (17) Además, ni yo ni mis parientes y ayudantes, ni los hombres de la guardia que me acompañaban, nos quitábamos la ropa, y cada uno tenía la lanza en la mano.
Y ni yo, ni mis hermanos, ni mis mozos, ni la gente de guardia que me seguía, desnudamos nuestro vestido: cada uno se desnudaba solamente para lavarse.
Y ni yo ni mis hermanos, ni mis jóvenes, ni la gente de guardia que me seguía, nos quitamos nuestro vestido; cada uno se desnudaba solamente para bañarse.
Y ni yo ni mis hermanos, ni mis jóvenes ni la gente de guardia que me seguía, nos quitamos nuestro vestido; cada uno se desnudaba solamente para bañarse.
Y ni yo, ni mis hermanos, ni mis siervos, ni la gente de guardia que me seguía, desnudamos nuestro vestido; cada uno se desnudaba solamente para lavarse.
Y ni yo, ni mis hermanos, ni mis moços, ni lagẽte de guarda que me seguia desnudamos nuestro veſtido: cada vno ſe desnudaua solamente à las aguas.
I. LOS ORÍGENES DEL MUNDO Y DE LA HISTORIA HUMANA(1—11)La Creación En el comienzo de todo, Dios creó#.1 Creó: heb. bará. En el AT, este verbo tiene por sujeto únic
23 (17) Además, ni yo ni mis parientes y ayudantes, ni los hombres de la guardia que me acompañaban, nos quitábamos la ropa, y cada uno tenía la lanza en la mano.
I.— ORIGEN DEL MUNDO Y DE LOS SERES HUMANOS (1—11)Primer relato de la creación#,1—2,4a: Por su forma y estilo, esta primera página de la Biblia es una pieza maestra del art
Ni yo, ni mis hermanos, ni mis sirvientes, ni los hombres de la guardia que me seguían, ninguno de nosotros se quitó la ropa; cada uno llevaba su arma en la mano.
Así ninguno de nosotros tendrá que cambiarse de ropa y siempre tendremos lista nuestra arma».
I. Origen del mundo y de los seres humanos (1–11)Primer relato de la creación (1,1–2,4a) #,4b-25; Jb 38–39; Sal 8; ; Pr 8,22-29; Jn 1,2-3. Cuando Dios, en el principio,creó
Durante este tiempo, ninguno de nosotros, ni yo, ni mis hermanos, ni los siervos, ni los guardias que estaban conmigo, nos quitábamos la ropa para dormir. Y siempre teníamos las armas a la mano.
Ni yo, ni mis hermanos, ni mis criados, ni los hombres de la guardia que me seguían, ninguno de nosotros se quitó la ropa; cada uno llevaba su arma aun en el agua.
Durante ese tiempo, ninguno de nosotros —ni yo, ni mis parientes, ni mis sirvientes, ni los guardias que estaban conmigo— nos quitamos la ropa. En todo momento portábamos nuestras armas, incluso cuand
Ni yo ni mis parientes y ayudantes, ni los de mi guardia personal, nos desvestíamos para nada: cada uno de nosotros se mantenía listo para la defensa.
Ni yo, ni mis compañeros, ni mis hombres, ni la guardia que me seguía, nos quitamos nuestra ropa. Cada uno tenía su lanza a su mano derecha.
Ni yo ni mis hermanos ni mis hombres ni la guardia que me acompañaba, ninguno de nosotros nos quitamos nuestra ropa; y cada uno tenía su jabalina a su derecha.
»Mis hermanos y mis criados, y los centinelas que me seguían, trabajábamos sin descanso. Ninguno de nosotros se quitaba la ropa, a no ser para bañarse.
Y ni yo, ni mis hermanos, ni mis mozos, ni la gente de guardia que me seguía, desnudamos nuestro vestido: cada uno se desnudaba solamente para lavarse.
23 (17) Por eso, ni mis parientes ni mis ayudantes, ni los hombres de la guardia que me acompañaban, nos quitábamos la ropa para dormir. Cada uno mantenía el arma en la mano.
23 (17) Por eso, ni mis parientes ni mis ayudantes, ni los hombres de la guardia que me acompañaban, nos quitábamos la ropa para dormir. Cada uno mantenía el arma en la mano.
El versiculo Nehemías, 4:23 de La Santa Biblia consiste en algo que es conveniente tener en todo momento presente de tal forma que podamos hacer una reflexión sobre él.Probablemente sería adecuado preguntarse ¿Qué intentaba proponernos Nuestro Padre que está en los Cielos con el versículo Nehemías, 4:23? ¿En qué momentos de nuestra vida cotidiana seremos capaces de poner en práctica lo que aprendemos gracias al versículo Nehemías, 4:23 de La Sagrada Biblia?
Dedicar tiempo a la meditación en relación con el versículo Nehemías, 4:23 es un gran aporte que nos permite a ser capaces de acercarnos más al mensaje de Nuestro Señor y a elevar nuestra alma hacia Dios, ese es el motivo por el cual es útil acudir al versículo Nehemías, 4:23 cada vez que nos pueda servir de guía y así saber en qué forma acturar o para traer la serenidad a nuestras almas.