Río desbordado es el pleito que se inicia; vale más retirarse que complicarse en él.
El que comienza la pendencia es como quien suelta las aguas: Deja pues la porfía, antes que se enmarañe.
El que comienza la discordia es como quien suelta las aguas; Deja, pues, la contienda, antes que se enrede.
El que inicia la discordia es como quien suelta las aguas, ¡abandona, pues, la contienda, antes que se complique!
¶ Soltar las aguas (hablar precipitadamente) es el principio de la contienda; pues, antes que se revuelva el pleito, déjalo.
Soltar las aguas es el principio de la cõtienda: pues antes que ſe rebuelua el pleyto, dexalo.
Río desbordado es el pleito que se inicia; vale más retirarse que complicarse en él.
Río desbordado es el pleito que se inicia; vale más retirarse que complicarse en él.
Iniciar un conflicto es abrir una compuerta; antes de enzarzarte en pleitos, retírate.
El comienzo de la contienda es como el soltar de las aguas; deja, pues, la riña antes de que empiece.
Iniciar un pleito es como abrir una represa; vale más retirarse que enredarse.
Iniciar un conflicto es abrir una compuerta; antes de enzarzarte en pleitos, retírate.
Empezar una pelea es como abrir las compuertas de un río; así que mejor no la empieces.
El comienzo del pleito es como el soltar de las aguas; Deja, pues, la riña antes de que empiece.
Comenzar una pelea es como abrir las compuertas de una represa, así que detente antes de que estalle la disputa.
Iniciar una pelea es romper una represa; vale más retirarse que comenzarla.
El que comienza una contienda suelta las aguas. Desiste, pues, antes que estalle el pleito.
El que comienza la contienda es quien suelta las aguas; desiste, pues, antes que estalle el pleito.
El comienzo de un conflicto pronto se vuelve un río desbordado; es mejor controlarlo, antes de que se desborde.
El que comienza la pendencia es como quien suelta las aguas: Deja pues la porfía, antes que se enmarañe.
Si comienzas una pelea, ya no podrás controlarla; es como un río desbordado, que arrastra todo a su paso.
Si comienzas una pelea, ya no podrás controlarla; es como un río desbordado, que arrastra todo a su paso.
El versiculo Proverbios, 17:14 de La Sagrada Biblia es algo que es preciso tomar siempre en cuenta con la finalidad de meditar acerca de él. Acaso deberíamos hacernos la pregunta ¿Qué trataba de decirnos Nuestro Padre Todopoderoso con el versículo Proverbios, 17:14? ¿Cuáles serán las coyunturas de nuestra vida diaria en que seremos capaces de llevar a la práctica lo que hemos alcanzado a saber gracias al versículo Proverbios, 17:14 de Las Sagradas Escrituras?
Discurrir y recapacitar acerca de el versículo Proverbios, 17:14 nos supone una ayuda a ser mejores cristianos y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, ese es el motivo por el cual es conveniente apoyarse en el versículo Proverbios, 17:14 todas las veces que pueda servirnos de guía y así saber cómo proceder o para traer la paz a nuestros corazones y almas.