Lo verán cara a cara, y llevarán su nombre en la frente.
Y verán su cara; y su nombre estará en sus frentes.
y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes.
verán su rostro y su nombre estará en sus frentes.
Y verán su rostro; y su Nombre estará en sus frentes.
Y veran ſu rostro, y ſu Nombre estará en ſus frentes.
Lo verán cara a cara, y llevarán su nombre en la frente.
Lo verán cara a cara, y llevarán su nombre en la frente.
contemplarán su rostro y llevarán su nombre grabado en la frente.
Ellos verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes.
Verán su rostro y el nombre de él estará en la frente de ellos.
contemplarán su rostro y llevarán su nombre grabado en la frente.
y verán su rostro y llevarán su nombre escrito en la frente.
Ellos verán Su rostro y Su nombre estará en sus frentes.
Verán su rostro y tendrán su nombre escrito en la frente.
lo verán cara a cara y llevarán su nombre en la frente.
y verán su rostro. El Nombre de Él estará en sus frentes.
Verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes.
y verán su rostro, y llevarán su nombre en la frente.
Y verán su cara; y su nombre estará en sus frentes.
Todos podrán ver a Dios cara a cara, y el nombre de Dios estará escrito en sus frentes.
Todos podrán ver a Dios cara a cara, y el nombre de Dios estará escrito en sus frentes.
Hay que tomar constantemente en cuenta el versículo Apocalipsis, 22:4 de La Santa Biblia con el propósito de meditar acerca de él. ¿Qué pretendía manifestarnos Dios Nuestro Señor con el versículo Apocalipsis, 22:4? ¿En qué momentos de nuestra vida diaria tenemos la oportunidad de recurrir a aquello que hemos aprendido gracias al versículo Apocalipsis, 22:4 de Las Sagradas Escrituras?
Meditar acerca de el versículo Apocalipsis, 22:4 nos supone una ayuda a ser mejores personas y a elevar nuestra alma hacia Dios, esa es la razón por la cual es bueno recurrir al versículo Apocalipsis, 22:4 siempre que precisemos que la palabra de Dios, Nuestro Señor nos indique el camino a seguir para saber cómo actuar o para traer el sosiego a nuestros corazones.