El ángel me preguntó: «¿Qué ves?» Le contesté: «Veo un rollo escrito, que vuela; mide nueve metros de largo por cuatro metros y medio de ancho.»
Y díjome: ¿Qué ves? Y respondí: Veo un rollo que vuela, de veinte codos de largo, y diez codos de ancho.
Y me dijo: ¿Qué ves? Y respondí: Veo un rollo que vuela, de veinte codos de largo, y diez codos de ancho.
Me preguntó: —¿Qué ves? Respondí: —Veo un rollo que vuela, de veinte codos de largo y diez codos de ancho.
Y me dijo: ¿Qué ves? Y respondí: Veo un rollo que vuela, de veinte codos de largo, y diez codos de ancho.
Y dixome, Que vees? Y respõdi Veo vn cartel bolante, de veynte cobdos en luengo, y diez cobdos en ancho.
El ángel me preguntó: «¿Qué ves?» Le contesté: «Veo un rollo escrito, que vuela; mide nueve metros de largo por cuatro metros y medio de ancho.»
El ángel me preguntó: «¿Qué ves?» Le contesté: «Veo un rollo escrito, que vuela; mide nueve metros de largo por cuatro metros y medio de ancho.»
El ángel me preguntó: — ¿Qué ves? Yo respondí: — Un libro que va volando y que tiene diez metros de largo por cinco de ancho.
Y me dijo el ángel: ¿Qué ves? Y respondí: Veo un rollo que vuela; su longitud es de veinte codos y su anchura de diez codos.
El ángel me preguntó: —¿Qué ves? Yo respondí: —Veo un rollo volando que mide 10 metros de largo por 5 metros de ancho.
El ángel me preguntó: —¿Qué ves? Yo respondí: —Un libro que va volando y que tiene diez metros de largo por cinco de ancho.
El ángel me preguntó: «¿Qué ves?». Y yo le contesté: «Un rollo que vuela. Tiene unos diez metros de largo por cinco de ancho».
Y el ángel me dijo: «¿Qué ves?». Y respondí: «Veo un rollo que vuela; su longitud es de 20 codos (9 metros) y su anchura de 10 codos (4.5 metros)».
—¿Qué ves? —preguntó el ángel. —Veo un rollo que vuela —contesté—. Parece tener diez metros de largo y cinco metros de ancho.
El ángel me preguntó: «¿Qué es lo que ves?». Y yo respondí: «Veo un rollo que vuela, de veinte codos de largo por diez codos de ancho».
Y me preguntó: ¿Qué ves? Respondí: Veo un rollo que vuela, de nueve metros de largo y cuatro y medio de ancho.
Él me preguntó: —¿Qué ves? Yo respondí: —Veo un rollo que vuela, de nueve metros de largo por cuatro y medio metros de ancho.
El ángel me preguntó: «¿Qué es lo que ves?» Y le respondí: «Veo un rollo que vuela, de nueve metros de largo por cuatro y medio metros de ancho.»
Y díjome: ¿Qué ves? Y respondí: Veo un rollo que vuela, de veinte codos de largo, y diez codos de ancho.
El ángel me preguntó: —¿Qué es lo que ves, Zacarías? Yo le respondí: —Veo un libro que vuela. El libro mide diez metros de largo y cinco de ancho.
El ángel me preguntó: —¿Qué es lo que ves, Zacarías? Yo le respondí: —Veo un libro que vuela. El libro mide diez metros de largo y cinco de ancho.
Es muy recomendable tomar constantemente en consideración el versículo Zacarías, 5:2 de La Sagrada Biblia con el propósito de hacer una reflexión sobre él.Seguramente sería adecuado preguntarse ¿Qué quiso manifestarnos Dios, Creador del Cielo y de la Tierra con el versículo Zacarías, 5:2? ¿En qué coyunturas de nuestro día a día podemos aprovechar aquello que hemos llegado a saber gracias al versículo Zacarías, 5:2 de La Biblia?
El hecho de reflexionar en torno a lo que se refiere el versículo Zacarías, 5:2 nos resulta fundamental para llegar a a ser mejores cristianos y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, por ese motivo es útil recurrir al versículo Zacarías, 5:2 cuando creamos que necesitemos una luz que nos guíe para saber en qué forma acturar o para traer la tranquilidad a nuestras almas.