Me dijo el ángel: «Esa mujer es la maldad.» Y la empujó adentro de la medida, y la cerró con la tapa de plomo.
Y él dijo: Esta es la Maldad; y echóla dentro del epha, y echó la masa de plomo en su boca.
Y él dijo: Esta es la Maldad; y la echó dentro del efa, y echó la masa de plomo en la boca del efa.
Y él dijo: —Esta es la Maldad. La arrojó dentro del efa y echó la masa de plomo en la boca del efa.
Y él dijo: Esta es la maldad; y la echó dentro del efa, y echó la masa de plomo en su boca.
Y dixo, Esta es la maldad. y echóla dẽtro dela medida, y echó la piedra de plomo en ſu boca.
Me dijo el ángel: «Esa mujer es la maldad.» Y la empujó adentro de la medida, y la cerró con la tapa de plomo.
Me dijo el ángel: «Esa mujer es la maldad.» Y la empujó adentro de la medida, y la cerró con la tapa de plomo.
El ángel me dijo: — Es la maldad. Seguidamente la empujó hasta el fondo del recipiente al que tapó con la tapadera de plomo.
Entonces dijo: Esta es la Maldad. Y la arrojó al interior del efa y arrojó la tapa de plomo sobre su abertura.
El ángel dijo: —Esa mujer representa la maldad. Empujó a la mujer hacia dentro de la caneca y le colocó la tapa de plomo.
El ángel me dijo: —Es la maldad. Seguidamente la empujó hasta el fondo del recipiente al que tapó con la tapadera de plomo.
El ángel dijo: «¡Ella representa la maldad!». Luego la volvió a meter en el recipiente, y colocó de nuevo la pesada tapa de plomo encima.
Entonces dijo: «Esta es la Maldad». Y la arrojó al interior del efa y arrojó la tapa de plomo sobre su abertura.
El ángel dijo: «La mujer se llama Perversidad», y la empujó adentro de la canasta otra vez y cerró la pesada tapa.
El ángel dijo: «Esta es la maldad». Y la empujó de nuevo dentro del recipiente, el cual cubrió luego con la tapa de plomo.
Y dijo: Esta es la maldad. La echó dentro de la caja y puso la tapa de plomo sobre su abertura.
Y él dijo: —Esta es la Maldad. Entonces la arrojó dentro de la caja y arrojó la tapa de plomo sobre la abertura.
El ángel dijo: «Esta es la Maldad.» Y dicho esto, arrojó a la mujer dentro de la medida, y enseguida cubrió esta con la tapa de plomo.
Y él dijo: Esta es la Maldad; y echóla dentro del epha, y echó la masa de plomo en su boca.
Esa mujer trató de salir, pero el ángel la empujó hacia dentro y volvió a tapar la medida. Entonces me dijo: «Aquí está representada la maldad».
Esa mujer trató de salir, pero el ángel la empujó hacia dentro y volvió a tapar la medida. Entonces me dijo: «Aquí está representada la maldad».
El versiculo Zacarías, 5:8 de La Santa Biblia es algo que es muy recomendable tener continuamente presente a fin de reflexionar sobre él. Acaso deberíamos preguntarnos ¿Qué pretendía proponernos Nuestro Padre Todopoderoso con el versículo Zacarías, 5:8? ¿Cuáles serán las coyunturas de nuestra vida diaria en que podemos llevar a la práctica lo que hemos aprendido gracias al versículo Zacarías, 5:8 de Las Sagradas Escrituras?
Dedicar tiempo a la meditación en relación con el versículo Zacarías, 5:8 nos supone una ayuda a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a acercarnos más a Dios, esa es la razón por la cual es oportuno servirse del versículo Zacarías, 5:8 cada vez que pueda servirnos de guía y así saber cómo proceder o para traer la tranquilidad a nuestras almas.