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Zacarías, 8:1

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Zacarías, 8:1

El Señor todopoderoso me dio este mensaje


Y FUÉ á mí palabra de Jehová de los ejércitos, diciendo


Vino a mí palabra de Jehová de los ejércitos, diciendo


Recibí de Jehová de los ejércitos esta palabra


Y vino palabra del SEÑOR de los ejércitos, diciendo


Y Fue palabra de Iehoua de los exercitos, diziendo


El Señor todopoderoso me dio este mensaje


El Señor todopoderoso me dio este mensaje


El Señor del universo me dirigió esta palabra


Y vino la palabra del SEÑOR de los ejércitos, diciendo


Me llegó el siguiente mensaje del SEÑOR Todopoderoso.


El Señor del universo me dirigió esta palabra


Volví a recibir un mensaje del SEÑOR Todopoderoso.


Y vino la palabra del SEÑOR de los ejércitos


Entonces el SEÑOR de los Ejércitos Celestiales me dio otro mensaje


Otra vez vino a mí la palabra del SEÑOR de los Ejércitos y me dijo


Entonces la Palabra de YAVÉ de las huestes vino


Vino a mí la palabra del SEÑOR de los Ejércitos, diciendo


La palabra del Señor de los ejércitos vino a mí, y me dijo


Y FUÉ á mí palabra de Jehová de los ejércitos, diciendo


El Dios todopoderoso también me dio este mensaje: «Grande es mi amor por Jerusalén; y así de grande es también mi enojo contra sus enemigos.


El Dios todopoderoso también me dio este mensaje: «Grande es mi amor por Jerusalén; y así de grande es también mi enojo contra sus enemigos.


El versiculo Zacarías, 8:1 de La Sagrada Biblia es algo que es preciso tener en todo momento presente de manera que podamos analizarlo y pensar acerca de él. Acaso deberíamos preguntarnos ¿Qué pretendía decirnos Dios, Creador del Cielo y de la Tierra con el versículo Zacarías, 8:1? ¿Cuáles son los momentos de nuestra vida cotidiana en que podemos aprovechar aquello que aprendemos gracias al versículo Zacarías, 8:1 de Las Sagradas Escrituras?

El hecho de reflexionar en relación con el versículo Zacarías, 8:1 es un gran aporte que nos permite a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a aproximarnos más a Dios, por eso es útil acudir al versículo Zacarías, 8:1 siempre que necesitemos palabras que nos inspiren y guíen y así saber cómo actuar o para traer la serenidad a nuestros corazones y almas.