Pero David confesó a Dios: —He cometido un grave pecado al hacer esto. Pero te ruego que perdones ahora el pecado de este siervo tuyo, pues me he portado como un necio.
Y dijo David á Dios: He pecado gravemente en hacer esto: ruégote que hagas pasar la iniquidad de tu siervo, porque yo he hecho muy locamente.
Entonces dijo David a Dios: He pecado gravemente al hacer esto; te ruego que quites la iniquidad de tu siervo, porque he hecho muy locamente.
Entonces dijo David a Dios: —He pecado gravemente al hacer esto; te ruego que quites la maldad de tu siervo, pues he actuado muy locamente.
Y dijo David a Dios: He pecado gravemente en hacer esto; te ruego que hagas pasar la iniquidad de tu esclavo, porque yo he hecho muy locamente.
Y dixo Dauid à Dios: Yo hé peccado grauemente en hazer eſto, ruegote que hagas paſſar la iniquidad de tu sieruo: porque yo hé hecho muy locamente.
Pero David confesó a Dios: —He cometido un grave pecado al hacer esto. Pero te ruego que perdones ahora el pecado de este siervo tuyo, pues me he portado como un necio.
Pero David confesó a Dios: —He cometido un grave pecado al hacer esto. Pero te ruego que perdones ahora el pecado de este siervo tuyo, pues me he portado como un necio.
Entonces David dijo a Dios: — He cometido un grave delito haciendo esto. Ahora, perdona la culpa de tu siervo, pues he sido muy insensato.
Entonces dijo David a Dios: He pecado gravemente al hacer esto. Pero ahora te ruego que quites la iniquidad de tu siervo, porque he obrado muy neciamente.
David le dijo a Dios: «¡He cometido un gran pecado! He sido un tonto, te ruego me perdones».
Entonces David dijo a Dios: —He cometido un grave delito haciendo esto. Ahora, perdona la culpa de tu siervo, pues he sido muy insensato.
Entonces David le dijo a Dios: «He cometido un pecado muy grande al ordenar hacer este censo. Pero ahora te ruego que perdones el pecado de tu siervo, pues me he portado como alguien que desconfía de
Entonces David dijo a Dios: «He pecado gravemente al hacer esto. Pero ahora te ruego que quites la iniquidad de Tu siervo, porque he obrado muy neciamente».
Entonces David le dijo a Dios: «He pecado grandemente al haber hecho el censo. Te ruego que perdones mi culpa por haber cometido esta tontería».
Entonces David le dijo a Dios: «He cometido un pecado muy grande al hacer este censo. He actuado como un necio. Yo te ruego que perdones la maldad de tu siervo».
Entonces David confesó a ʼELOHIM: Pequé gravemente al hacer esto. Pero ahora te ruego que quites la iniquidad de tu esclavo, porque obré muy neciamente.
Y David dijo a Dios: —He pecado gravemente al haber hecho esto. Pero ahora, quita, por favor, el pecado de tu siervo, porque he actuado muy neciamente.
Entonces David le dijo a Dios: «Con esto que he hecho he pecado gravemente. Te ruego que perdones a este siervo tuyo por su maldad, porque he actuado sin pensar.»
Y dijo David á Dios: He pecado gravemente en hacer esto: ruégote que hagas pasar la iniquidad de tu siervo, porque yo he hecho muy locamente.
Pero David le dijo a Dios: «Hice muy mal al desconfiar de ti y basar mi seguridad en el número de mis soldados. Te ruego que me perdones por haber sido tan tonto».
Pero David le dijo a Dios: «Hice muy mal al desconfiar de ti y basar mi seguridad en el número de mis soldados. Te ruego que me perdones por haber sido tan tonto».
El versiculo 1 Crónicas, 21:8 de La Sagrada Biblia es algo que es preciso tener siempre presente para reflexionar en torno a él.Probablemente sería adecuado preguntarse ¿Qué intentaba proponernos Dios, Creador del Cielo y de la Tierra con el versículo 1 Crónicas, 21:8? ¿Cuáles son los momentos de nuestra vida cotidiana en que tenemos la oportunidad de hacer valer aquello que hemos llegado a saber gracias al versículo 1 Crónicas, 21:8 de La Sagrada Biblia?
El hecho de reflexionar en relación con el versículo 1 Crónicas, 21:8 nos es de gran ayuda a ser capaces de acercarnos más al mensaje de Nuestro Señor y a elevar nuestra alma hacia Dios, por ese motivo es oportuno apoyarse en el versículo 1 Crónicas, 21:8 cada vez que necesitemos palabras que nos inspiren y guíen y así saber en qué forma acturar o para traer la serenidad a nuestros corazones y almas.