1 Corintios, 2:15
Pero aquel que tiene el Espíritu puede juzgar todas las cosas, y nadie lo puede juzgar a él.
Empero el espiritual juzga todas las cosas; mas él no es juzgado de nadie.
En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie.
En cambio, el espiritual juzga todas las cosas, sin que él sea juzgado por nadie.
Pero el espiritual discierne todas las cosas; mas él de nadie es discernido.
Empero el espiritual examîna [ciertamente] todas las coſas: mas el de nadie es entendido.
Pero aquel que tiene el Espíritu puede juzgar todas las cosas, y nadie lo puede juzgar a él.
Pero aquel que tiene el Espíritu puede juzgar todas las cosas, y nadie lo puede juzgar a él.
En cambio, la persona animada por el Espíritu puede emitir juicio sobre todo, sin que ella esté sujeta al juicio de nadie.
En cambio, el que es espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado por nadie.
En cambio, el que es espiritual puede juzgarlo todo, pero a él nadie lo puede juzgar. Pues así está escrito
En cambio, la persona animada por el Espíritu puede emitir juicio sobre todo, sin que ella esté sujeta al juicio de nadie.
Por el contrario, el que tiene el Espíritu lo juzga todo, aunque él mismo no está sujeto al juicio de nadie, pues
En cambio, el que es espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado por nadie.
Los que son espirituales pueden evaluar todas las cosas, pero ellos mismos no pueden ser evaluados por otros.
En cambio, el que es espiritual lo juzga todo, aunque él mismo no está sujeto al juicio de nadie, porque
En cambio, el hombre espiritual evalúa todas las cosas, pero a él nadie lo juzga.
En cambio, el hombre espiritual lo juzga todo, mientras que él no es juzgado por nadie.
En cambio, el hombre espiritual juzga todas las cosas, pero él no está sujeto al juicio de nadie.
Empero el espiritual juzga todas las cosas; mas él no es juzgado de nadie.
En cambio, los que tienen el Espíritu de Dios todo lo examinan y todo lo entienden. Pero los que no tienen el Espíritu, no pueden examinar ni entender a quienes lo tienen.
En cambio, los que tienen el Espíritu de Dios todo lo examinan y todo lo entienden. Pero los que no tienen el Espíritu, no pueden examinar ni entender a quienes lo tienen.
Es preciso tomar continuamente en consideración el versículo 1 Corintios, 2:15 de los Textos Sagrados que componen la Biblia con el propósito de hacer una reflexión en torno a él.Tal vez deberíamos hacernos la pregunta ¿Qué trataba de manifestarnos el Señor con el versículo 1 Corintios, 2:15? ¿Cuáles son las ocasiones de nuestra vida cotidiana en que podemos hacer valer aquello que hemos alcanzado a saber gracias al versículo 1 Corintios, 2:15 de Las Sagradas Escrituras?
El hecho de reflexionar acerca de el versículo 1 Corintios, 2:15 nos es de gran ayuda a ser capaces de acercarnos más al mensaje de Nuestro Señor y a elevar nuestra alma hacia Dios, por eso es conveniente servirse del versículo 1 Corintios, 2:15 siempre que necesitemos palabras que nos inspiren y guíen para saber qué pasos dar o para traer la tranquilidad a nuestros corazones.
