Pues Dios no nos ha llamado a vivir en impureza, sino en santidad.
Porque no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino á santificación.
Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación.
Dios no nos ha llamado a inmundicia, sino a santificación.
Porque no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación.
Porque no nos ha llamado Dios à immundicia, ſino à sanctificacion.
Pues Dios no nos ha llamado a vivir en impureza, sino en santidad.
Pues Dios no nos ha llamado a vivir en impureza, sino en santidad.
Pues no los ha llamado Dios a vivir en la impureza, sino como consagrados a él.
Porque Dios no nos ha llamado a impureza, sino a santificación.
Dios nos ha llamado para ser puros, no para que vivamos en el pecado.
Pues no los ha llamado Dios a vivir en la impureza, sino como consagrados a él.
Dios no nos ha llamado a vivir de manera impura, sino santa.
Porque Dios no nos ha llamado a impureza, sino a santificación.
Dios nos ha llamado a vivir vidas santas, no impuras.
Dios no nos llamó a la impureza, sino a la santidad
Porque Dios no nos llamó a la impureza, sino a santificación.
Porque Dios no nos ha llamado a la impureza sino a la santificación.
Pues Dios no nos ha llamado a vivir en la inmundicia, sino a vivir en santidad.
Porque no nos ha llamado Dios á inmundicia, sino á santificación.
Porque Dios no nos ha llamado a seguir pecando, sino a vivir una vida santa.
Porque Dios no nos ha llamado a seguir pecando, sino a vivir una vida santa.
Es preciso tomar siempre en cuenta el versículo 1 Tesalonicenses, 4:7 de La Sagrada Biblia para hacer una reflexión en torno a él. Acaso deberíamos hacernos la pregunta ¿Qué quiso decirnos Dios Nuestro Señor con el versículo 1 Tesalonicenses, 4:7? ¿En qué ocasiones de nuestra vida cotidiana tenemos la oportunidad de hacer valer aquello que aprendemos gracias al versículo 1 Tesalonicenses, 4:7 de Las Sagradas Escrituras?
Meditar acerca de el versículo 1 Tesalonicenses, 4:7 es un gran aporte que nos permite a ser capaces de acercarnos más al mensaje de Nuestro Señor y a aproximarnos más a Dios, por eso es aconsejable servirse del versículo 1 Tesalonicenses, 4:7 todas y cada una de las veces que nos pueda servir de guía y así saber cómo proceder o para traer la tranquilidad a nuestros corazones y almas.