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1 Tesalonicenses, 4:8

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1 Tesalonicenses, 4:8

Así pues, el que desprecia estas enseñanzas no desprecia a ningún hombre, sino a Dios, que les ha dado a ustedes su Espíritu Santo.


Así que, el que menosprecia, no menosprecia á hombre, sino á Dios, el cual también nos dió su Espíritu Santo.


Así que, el que desecha esto, no desecha a hombre, sino a Dios, que también nos dio su Espíritu Santo.


Así que, el que desecha esto, no desecha a hombre, sino a Dios, que también nos dio su Espíritu Santo.


Así que, el que nos menosprecia, no menosprecia a hombre, sino a Dios, el cual también nos dio su Espíritu Santo.


Anſique elque nos menosprecia, no menosprecia à hombre: ſino à Dios elqual tambien nos dió ſu Eſpiritu Sancto.


Así pues, el que desprecia estas enseñanzas no desprecia a ningún hombre, sino a Dios, que les ha dado a ustedes su Espíritu Santo.


Así pues, el que desprecia estas enseñanzas no desprecia a ningún hombre, sino a Dios, que les ha dado a ustedes su Espíritu Santo.


Por eso, quien rechaza esto, no rechaza una norma humana, sino a Dios que es quien les da su santo Espíritu.


Por consiguiente, el que rechaza esto no rechaza a hombre, sino al Dios que os da su Espíritu Santo.


El que se niegue a obedecer esto, no está negándose a obedecer a los hombres sino a Dios, quien les da su Espíritu Santo.


Por eso, quien rechaza esto, no rechaza una norma humana, sino a Dios, que es quien les da su santo Espíritu.


Por eso, el que rechaza estas instrucciones no rechaza a un hombre sino a Dios, que les ha dado a ustedes su Espíritu Santo.


Por tanto, el que rechaza esto no rechaza a un hombre, sino al Dios que les da a ustedes Su Espíritu Santo.


Por lo tanto, todo el que se niega a vivir de acuerdo con estas reglas no desobedece enseñanzas humanas sino que rechaza a Dios, quien les da el Espíritu Santo.


por tanto, el que rechaza estas instrucciones no rechaza a un hombre, sino a Dios, quien da a ustedes su Espíritu Santo.


Por tanto, el que rechaza esto, no rechaza a hombre, sino a Dios, Quien les da su mismo Espíritu Santo.


Por lo tanto, el que rechaza esto no rechaza a hombre sino a Dios quien les da su Espíritu Santo.


El que desecha esto, no desecha a un hombre, sino a Dios, que también nos dio su Espíritu Santo.


Así que, el que menosprecia, no menosprecia á hombre, sino á Dios, el cual también nos dió su Espíritu Santo.


Por eso, el que rechaza esta enseñanza no nos está rechazando a nosotros, sino a Dios mismo, que les ha dado a ustedes su Espíritu Santo.


Por eso, el que rechaza esta enseñanza no nos está rechazando a nosotros, sino a Dios mismo, que les ha dado a ustedes su Espíritu Santo.


Nos conviene tener en todo momento presente el versículo 1 Tesalonicenses, 4:8 de La Biblia con la finalidad de reflexionar en torno a él. ¿Qué quiso manifestarnos el Señor con el versículo 1 Tesalonicenses, 4:8? ¿Cuáles son los momentos de nuestro día a día en que podemos aprovechar lo que hemos alcanzado a saber gracias al versículo 1 Tesalonicenses, 4:8 de la Santa Biblia?

Hacer un análisis profundo en torno a lo que se refiere el versículo 1 Tesalonicenses, 4:8 nos resulta fundamental para llegar a a ser mejores personas y a acercarnos más a Dios, por eso es oportuno recurrir al versículo 1 Tesalonicenses, 4:8 siempre que necesitemos palabras que nos inspiren y guíen y así saber cómo proceder o para traer el sosiego a nuestros corazones.