Las naciones y las ciudades se destruían unas a otras, porque el Señor los aterraba con toda clase de calamidades.
Y la una gente destruía á la otra, y una ciudad á otra ciudad: porque Dios los conturbó con todas calamidades.
Y una gente destruía a otra, y una ciudad a otra ciudad; porque Dios los turbó con toda clase de calamidades.
Una gente destruía a otra, y una ciudad a otra ciudad; porque Dios los turbó con toda clase de calamidades.
Y una gente destruía a la otra, y una ciudad a otra; porque Dios los conturbó con toda clase de calamidades.
Y la vna gẽte destruya à la otra: y la vna ciudad à la otra: porque Iehoua los cõturbó con todas calamidades.
Las naciones y las ciudades se destruían unas a otras, porque el Señor los aterraba con toda clase de calamidades.
Las naciones y las ciudades se destruían unas a otras, porque el Señor los aterraba con toda clase de calamidades.
Pueblos y ciudades se destruían entre sí, pues Dios los sacudía con calamidades de todo tipo.
Y era destruida nación por nación, y ciudad por ciudad, porque Dios los afligió con toda clase de adversidades.
Las naciones y ciudades se destruían unas a otras porque Dios los afligía con toda clase de calamidades.
Pueblos y ciudades se destruían entre sí, pues Dios los sacudía con calamidades de todo tipo.
Se libraban guerras externas y batallas internas de ciudades contra ciudades, porque Dios estaba castigándolos con toda clase de calamidades.
Y era destruida nación por nación, y ciudad por ciudad, porque Dios los afligió con toda clase de adversidades.
Nación luchaba contra nación, ciudad contra ciudad, porque Dios las afligía con todo tipo de dificultades
Las naciones y las ciudades se destrozaban unas a otras, porque Dios las castigaba con toda clase de calamidades.
Así que una nación era destruida por otra nación y una ciudad por otra ciudad, porque ʼELOHIM las turbaba con toda clase de adversidades.
Una nación era destruida por otra nación, y una ciudad por otra ciudad, porque Dios los turbaba con toda clase de calamidades.
Un pueblo destruía a otro, y una ciudad atacaba a otra ciudad, porque Dios les enviaba toda clase de calamidades.
Y la una gente destruía á la otra, y una ciudad á otra ciudad: porque Dios los conturbó con todas calamidades.
El espíritu de Dios le dio al profeta Azarías hijo de Oded un mensaje para el rey Asá, el cual decía: «¡Tú, Asá, y ustedes, tribus de Judá y de Benjamín, pongan atención! Hace mucho tiempo, Israel hab
El espíritu de Dios le dio al profeta Azarías hijo de Oded un mensaje para el rey Asá, el cual decía: «¡Tú, Asá, y ustedes, tribus de Judá y de Benjamín, pongan atención! Hace mucho tiempo, Israel hab
El versiculo 2 Crónicas, 15:6 de La Santa Biblia consiste en algo que es aconsejable tomar continuamente en cuenta de tal forma que podamos analizarlo y pensar en torno a él.Seguramente deberíamos hacernos la pregunta ¿Qué quiso manifestarnos Dios Nuestro Señor con el versículo 2 Crónicas, 15:6? ¿Cuáles son los momentos de nuestra vida diaria en que seremos capaces de recurrir a aquello que hemos aprendido gracias al versículo 2 Crónicas, 15:6 de La Sagrada Biblia?
El hecho de reflexionar acerca de el versículo 2 Crónicas, 15:6 es un gran aporte que nos permite a ser mejores personas y a aproximarnos más a Dios, por esa cuestión es bueno acudir al versículo 2 Crónicas, 15:6 siempre que necesitemos palabras que nos inspiren y guíen de modo que podamos saber cómo actuar o para traer el sosiego a nuestros corazones.