Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, y no de mala gana o a la fuerza, porque Dios ama al que da con alegría.
Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ó por necesidad; porque Dios ama el dador alegre.
Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.
Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza ni por obligación, porque Dios ama al dador alegre.
Cada uno como propuso en su corazón (haga): no con tristeza, o por necesidad; porque Dios ama al dador alegre.
Cada vno como propuso en ſu coraçõ, [haga,] no cõ tristeza, o pornecessidad: porque Dios ama el dador alegre.
Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, y no de mala gana o a la fuerza, porque Dios ama al que da con alegría.
Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, y no de mala gana o a la fuerza, porque Dios ama al que da con alegría.
Dé cada uno según le dicte su conciencia, pero no a regañadientes o por compromiso, pues Dios ama a quien da con alegría.
Que cada uno dé como propuso en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al dador alegre.
Cada uno debe dar lo que en su corazón ha decidido dar y no lo haga con tristeza ni por obligación. Dios ama a los que dan con alegría.
Dé cada uno según le dicte su conciencia, pero no a regañadientes o por compromiso, pues Dios ama a quien da con alegría.
Cada uno tiene que determinar cuánto va a dar. Que no sea con tristeza ni porque lo obliguen, porque Dios ama al que da con alegría.
Que cada uno dé como propuso en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría.
Cada uno debe decidir en su corazón cuánto dar; y no den de mala gana ni bajo presión, «porque Dios ama a la persona que da con alegría».
Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría.
Cada uno dé según se propuso en su corazón, no con tristeza o por obligación, porque Dios ama al dador alegre.
Cada uno dé como propuso en su corazón, no con tristeza ni por obligación porque Dios ama al dador alegre.
Cada uno debe dar según se lo haya propuesto en su corazón, y no debe dar con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama a quien da con alegría.
Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ó por necesidad; porque Dios ama el dador alegre.
Cada uno debe dar según crea que deba hacerlo. No tenemos que dar con tristeza ni por obligación. ¡Dios ama al que da con alegría!
Cada uno debe dar según crea que deba hacerlo. No tenemos que dar con tristeza ni por obligación. ¡Dios ama al que da con alegría!
Debemos tener constantemente presente el versículo 2 Corintios, 9:7 de La Biblia de tal forma que podamos hacer una reflexión sobre él.Quizás deberíamos preguntarnos ¿Qué trataba de manifestarnos Dios Nuestro Señor con el versículo 2 Corintios, 9:7? ¿En qué coyunturas de nuestro día a día podemos llevar a la práctica aquello que hemos alcanzado a saber gracias al versículo 2 Corintios, 9:7 de Las Sagradas Escrituras?
Dedicar tiempo a la meditación en relación con el versículo 2 Corintios, 9:7 nos ayuda a ser mejores personas y a acercarnos más a Dios, por ese motivo es oportuno servirse del versículo 2 Corintios, 9:7 en todas aquellas ocasiones en que necesitemos una luz que nos guíe para saber qué pasos dar o para traer la serenidad a nuestro espíritu.