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Colosenses, 2:9

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Colosenses, 2:9

Porque toda la plenitud de Dios se encuentra visiblemente en Cristo


Porque en él habita toda la plenitud de la divinidad corporalmente


Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad


Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la divinidad


porque en él habita toda plenitud de la Divinidad corporalmente


Porque en el habîta toda plenitud de diuinidad corporalmente


Porque toda la plenitud de Dios se encuentra visiblemente en Cristo


Porque toda la plenitud de Dios se encuentra visiblemente en Cristo


en cuya humanidad habita toda la plenitud de la divinidad


Porque toda la plenitud de la Deidad reside corporalmente en Él


Todo lo que Dios es habita corporalmente en Cristo, incluso en su vida en la tierra.


en cuya humanidad habita toda la plenitud de la divinidad


En Cristo habita toda la plenitud de Dios encarnada en un cuerpo humano


Porque toda la plenitud de la Deidad reside corporalmente en Él


Pues en Cristo habita toda la plenitud de Dios en un cuerpo humano.


Porque toda la plenitud de la divinidad habita en forma corporal en Cristo


Porque en Él vive corporalmente toda la plenitud de la Deidad.


Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad


Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad


Porque en él habita toda la plenitud de la divinidad corporalmente


Cristo es completamente igual a Dios


Cristo es completamente igual a Dios


Debemos tomar en todo momento en consideración el versículo Colosenses, 2:9 de los Textos Sagrados que componen la Biblia con el propósito de reflexionar en torno a él. ¿Qué trataba de decirnos Dios Padre con el versículo Colosenses, 2:9? ¿Cuáles son los momentos de nuestra vida diaria en que podemos poner en práctica aquello que hemos aprendido gracias al versículo Colosenses, 2:9 de La Sagrada Biblia?

Dedicar tiempo a la meditación sobre el versículo Colosenses, 2:9 nos es de gran ayuda a ser mejores personas y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, por eso es bueno apoyarse en el versículo Colosenses, 2:9 todas las veces que necesitemos una luz que nos guíe y así saber cómo proceder o para traer el sosiego a nuestro espíritu.