»Grábense estas palabras en la mente y en el pensamiento; átenlas como señales en sus manos y en su frente.
Por tanto, pondréis estas mis palabras en vuestro corazón y en vuestra alma, y las ataréis por señal en vuestra mano, y serán por frontales entre vuestros ojos.
Por tanto, pondréis estas mis palabras en vuestro corazón y en vuestra alma, y las ataréis como señal en vuestra mano, y serán por frontales entre vuestros ojos.
»Por tanto, pondréis estas mis palabras en vuestro corazón y en vuestra alma, las ataréis como señal en vuestra mano y serán como insignias entre vuestros ojos.
¶ Por tanto, pondréis éstas mis palabras en vuestro corazón y en vuestra alma, y las ataréis por señal en vuestra mano, y serán por frontales entre vuestros ojos.
¶ Mas põdreys estas mis palabras en vuestro coraçon y en vuestra alma: y atarlaseys por señal en vuesta mano, y serán por frontales entre vuestros ojos.
»Grábense estas palabras en la mente y en el pensamiento; átenlas como señales en sus manos y en su frente.
»Grábense estas palabras en la mente y en el pensamiento; átenlas como señales en sus manos y en su frente.
Graben en su corazón y en su alma estas palabras; átenlas a su muñeca como un signo, pónganlas como una señal sobre su frente.
Grabad, pues, estas mis palabras en vuestro corazón y en vuestra alma; atadlas como una señal a vuestra mano, y serán por insignias entre vuestros ojos.
Por tanto, tengan siempre presentes mis mandamientos y átenlos en sus manos como recordatorio y llévenlos en sus frentes como una marca.
Graben en su corazón y en su alma estas palabras; átenlas a su muñeca como un signo, pónganlas como una señal sobre su frente.
Guarden estos mandamientos cuidadosamente en su memoria y en todo su ser. Átenlos en su mano para que se acuerden de obedecerlos, átenlos en su frente entre sus dos ojos.
»Graben, pues, estas mis palabras en su corazón y en su alma; átenlas como una señal en su mano, y serán por insignias entre sus ojos.
»Por lo tanto, comprométete de todo corazón a cumplir estas palabras que te doy. Átalas a tus manos y llévalas sobre la frente para recordarlas.
Grábense estas palabras en el corazón y en la mente; átenlas en sus manos como un signo, y llévenlas en su frente como una marca.
Por tanto, pondrán estas palabras mías en su corazón y en su alma. Las atarán como señal en su mano, y serán como frontales entre sus ojos.
“Por tanto, pondrán estas palabras mías en su corazón y en su alma. Las atarán a su mano como señal, y estarán como frontales entre sus ojos.
»Lleven estas palabras mías en su corazón y en su alma. Átenlas como señal en su mano, y llévenlas como frontales en medio de sus ojos.
Por tanto, pondréis estas mis palabras en vuestro corazón y en vuestra alma, y las ataréis por señal en vuestra mano, y serán por frontales entre vuestros ojos.
»Apréndanse de memoria estas enseñanzas, y mediten en ellas; escríbanlas de tal modo que puedan atarlas a sus brazos o colgarlas sobre su frente, para que en todo momento puedan recordarlas. Escríbanl
»Apréndanse de memoria estas enseñanzas, y mediten en ellas; escríbanlas de tal modo que puedan atarlas a sus brazos o colgarlas sobre su frente, para que en todo momento puedan recordarlas. Escríbanl
El versiculo Deuteronomio, 11:18 de La Santa Biblia consiste en algo que es muy recomendable tomar continuamente en cuenta con la finalidad de reflexionar acerca de él. Acaso deberíamos hacernos la pregunta ¿Qué quiso proponernos Dios Nuestro Señor con el versículo Deuteronomio, 11:18? ¿Cuáles son los momentos de nuestra vida cotidiana en que seremos capaces de llevar a la práctica aquello que hemos aprendido gracias al versículo Deuteronomio, 11:18 de la Santa Biblia?
Hacer un análisis profundo sobre el versículo Deuteronomio, 11:18 nos resulta fundamental para llegar a a ser mejores cristianos y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, por esa cuestión es útil acudir al versículo Deuteronomio, 11:18 todas las veces que precisemos que la palabra de Dios, Nuestro Señor nos indique el camino a seguir para saber cómo proceder o para traer el sosiego a nuestros corazones y almas.