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Éxodo, 4:6

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Éxodo, 4:6

—dijo el Señor—. Y ahora, mete tu mano en el pecho. Moisés metió su mano en el pecho y, al sacarla, vio que estaba enferma de lepra y blanca como la nieve.


Y díjole más Jehová: Mete ahora tu mano en tu seno. Y él metió la mano en su seno; y como la sacó, he aquí que su mano estaba leprosa como la nieve.


Le dijo además Jehová: Mete ahora tu mano en tu seno. Y él metió la mano en su seno; y cuando la sacó, he aquí que su mano estaba leprosa como la nieve.


Le dijo además Jehová: —Mete ahora tu mano en el seno. Él metió la mano en su seno y, cuando la sacó, vio que su mano estaba leprosa como la nieve.


Y le dijo además el SEÑOR: Mete ahora tu mano en tu seno. Y él metió la mano en su seno; y cuando la sacó, he aquí que su mano estaba leprosa como la nieve.


Y dixole mas Iehoua: Mete aora tu mano en tu seno. Y el metió lamano en ſu seno: y como la sacó, heaqui que ſu mano eſtaua leprosa, como la nieue.


—dijo el Señor—. Y ahora, mete tu mano en el pecho. Moisés metió su mano en el pecho y, al sacarla, vio que estaba enferma de lepra y blanca como la nieve.


—dijo el Señor—. Y ahora, mete tu mano en el pecho. Moisés metió su mano en el pecho y, al sacarla, vio que estaba enferma de lepra y blanca como la nieve.


Y continuó diciendo el Señor: — Mete tu mano en el pecho. Así lo hizo Moisés y, cuando la sacó, estaba cubierta de lepra, blanca como la nieve.


Y añadió el SEÑOR: Ahora mete la mano en tu seno. Y él metió la mano en su seno, y cuando la sacó, he aquí, su mano estaba leprosa, blanca como la nieve.


Luego el SEÑOR le volvió a decir: —Mete la mano en tu ropa, cerca del pecho. Moisés metió la mano en su ropa y cuando la volvió a sacar estaba infectada, blanca como la nieve.


Y continuó diciendo el Señor: —Mete tu mano en el pecho. Así lo hizo Moisés y, cuando la sacó, estaba cubierta de lepra, blanca como la nieve.


Ahora, mete tu mano dentro de tu ropa y tócate el pecho. Moisés metió la mano y la volvió a sacar. ¡Estaba blanca de lepra!


Ahora mete la mano en tu seno», añadió el SEÑOR. Y Moisés metió la mano en su seno, y cuando la sacó, estaba leprosa, blanca como la nieve.


Luego el SEÑOR le dijo a Moisés: —Ahora mete la mano dentro de tu manto. Entonces Moisés metió la mano dentro de su manto, y cuando la sacó, la mano estaba blanca como la nieve, afectada por una grave


Y ahora —ordenó el SEÑOR—, ¡llévate la mano al pecho! Moisés se llevó la mano al pecho y, cuando la sacó, la tenía toda cubierta de lepra y blanca como la nieve.


Además YAVÉ le dijo: Mete ahora tu mano en tu seno. Y él metió su mano en su seno, y cuando la sacó, vio que su mano estaba leprosa como la nieve.


—El SEÑOR también le dijo—: Mete tu mano en tu seno. Él metió su mano en su seno, y al sacarla, he aquí que su mano estaba leprosa, blanca como la nieve.


Además, el Señor le dijo: «Mete ahora la mano en tu pecho.» Y él metió la mano en su pecho, y resultó que al sacarla esta estaba leprosa como la nieve.


Y díjole más Jehová: Mete ahora tu mano en tu seno. Y él metió la mano en su seno; y como la sacó, he aquí que su mano estaba leprosa como la nieve.


Pero si no te creen ni te obedecen, dales otra prueba: Mete la mano entre tu ropa y tócate el pecho; luego vuelve a sacarla. Moisés lo hizo así, y cuando sacó la mano, vio que estaba llena de llagas,


Pero si no te creen ni te obedecen, dales otra prueba: Mete la mano entre tu ropa y tócate el pecho; luego vuelve a sacarla. Moisés lo hizo así, y cuando sacó la mano, vio que estaba llena de llagas,


El versiculo Éxodo, 4:6 de La Santa Biblia es algo que es aconsejable tomar constantemente en consideración para reflexionar sobre él.Quizás deberíamos hacernos la pregunta ¿Qué intentaba decirnos Dios Padre con el versículo Éxodo, 4:6? ¿En qué coyunturas de nuestra vida diaria podemos poner en práctica lo que hemos aprendido gracias al versículo Éxodo, 4:6 de La Biblia?

El hecho de reflexionar sobre el versículo Éxodo, 4:6 nos supone una ayuda a ser capaces de acercarnos más al mensaje de Nuestro Señor y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, esa es la razón por la cual es bueno apoyarse en el versículo Éxodo, 4:6 cada vez que pueda servirnos de guía de modo que podamos saber cómo actuar o para traer la serenidad a nuestro espíritu.