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Éxodo, 4:7

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Éxodo, 4:7

Entonces Dios le dijo: —Vuelve a meter tu mano en el pecho. Moisés lo hizo así y, al sacar la mano de nuevo, ya estaba tan sana como todo su cuerpo.


Y dijo: Vuelve á meter tu mano en tu seno: y él volvió á meter su mano en su seno; y volviéndola á sacar del seno, he aquí que se había vuelto como la otra carne.


Y dijo: Vuelve a meter tu mano en tu seno. Y él volvió a meter su mano en su seno; y al sacarla de nuevo del seno, he aquí que se había vuelto como la otra carne.


Le dijo Jehová: —Vuelve a meter la mano en tu seno. Él volvió a meter la mano en su seno, y al sacarla de nuevo del seno, vio que estaba como el resto de su carne.


Y dijo: Vuelve a meter tu mano en tu seno; y él volvió a meter su mano en su seno; y volviéndola a sacar del seno, he aquí que se había vuelto como la otra carne.


Y dixo: Buelue à meter tu mano en tu seno y el boluió à meter ſu mano en ſu seno, y boluiendo la à sacar del seno, heaqui que era buelta como la otta carne.


Entonces Dios le dijo: —Vuelve a meter tu mano en el pecho. Moisés lo hizo así y, al sacar la mano de nuevo, ya estaba tan sana como todo su cuerpo.


Entonces Dios le dijo: —Vuelve a meter tu mano en el pecho. Moisés lo hizo así y, al sacar la mano de nuevo, ya estaba tan sana como todo su cuerpo.


Entonces el Señor le dijo: — Ahora vuelve a meter tu mano en el pecho. Él la volvió a meter y, cuando la sacó, estaba tan sana como el resto del cuerpo.


Entonces Él dijo: Vuelve a meter la mano en tu seno. Y él volvió a meter la mano en su seno, y cuando la sacó de su seno, he aquí, se había vuelto como el resto de su carne.


Entonces Dios le dijo: —Vuelve a meter la mano en tu ropa. Él la volvió a meter pero cuando la sacó, su mano estaba sana, como el resto de la piel.


Entonces el Señor le dijo: —Ahora vuelve a meter tu mano en el pecho. Él la volvió a meter y, cuando la sacó, estaba tan sana como el resto del cuerpo.


―Hazlo otra vez —le dijo Dios. Cuando Moisés metió la mano y la volvió a sacar, estaba normal, completamente sana.


«Vuelve a meter la mano en tu seno», le dijo Él. Y él volvió a meterla en su seno, y cuando la sacó, se había vuelto como el resto de su carne.


—Ahora vuelve a meter la mano dentro de tu manto —le dijo el SEÑOR. Así que Moisés metió la mano de nuevo, y cuando la sacó, estaba tan sana como el resto de su cuerpo.


—¡Llévatela otra vez al pecho! —insistió el Señor. Moisés se llevó de nuevo la mano al pecho y, cuando la sacó, la tenía tan sana como el resto de su cuerpo.


Entonces le dijo: Mete tu mano en tu seno otra vez. Y él volvió a meter su mano en su seno, y cuando la sacó, vio que estaba restaurada.


Entonces le dijo: —Vuelve a meter tu mano en tu seno. Él volvió a meter su mano en su seno; y al volver a sacarla de su seno, he aquí que volvió a ser como el resto de su carne.


Entonces dijo: «Vuelve a meter la mano en tu pecho.» Y Moisés metió otra vez la mano en su pecho, y al sacarla de nuevo del pecho, esta estaba tan limpia como la otra carne.


Y dijo: Vuelve á meter tu mano en tu seno: y él volvió á meter su mano en su seno; y volviéndola á sacar del seno, he aquí que se había vuelto como la otra carne.


Pero si no te creen ni te obedecen, dales otra prueba: Mete la mano entre tu ropa y tócate el pecho; luego vuelve a sacarla. Moisés lo hizo así, y cuando sacó la mano, vio que estaba llena de llagas,


Pero si no te creen ni te obedecen, dales otra prueba: Mete la mano entre tu ropa y tócate el pecho; luego vuelve a sacarla. Moisés lo hizo así, y cuando sacó la mano, vio que estaba llena de llagas,


Nos conviene tomar siempre en cuenta el versículo Éxodo, 4:7 de los Textos Sagrados que componen la Biblia con la finalidad de analizarlo y pensar acerca de él.Quizás sería bueno preguntarse ¿Qué pretendía proponernos Nuestro Padre Todopoderoso con el versículo Éxodo, 4:7? ¿En qué coyunturas de nuestro día a día seremos capaces de aprovechar aquello que aprendemos gracias al versículo Éxodo, 4:7 de la Santa Biblia?

Hacer un análisis profundo acerca de el versículo Éxodo, 4:7 nos ayuda a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a elevar nuestra alma hacia Dios, por eso es conveniente recurrir al versículo Éxodo, 4:7 cada vez que necesitemos palabras que nos inspiren y guíen para saber cómo actuar o para traer paz a nuestros corazones.