<

Génesis, 15:1

>

Génesis, 15:1

Después de esto, el Señor le habló a Abram en una visión y le dijo: —No tengas miedo, Abram, porque yo soy tu protector. Tu recompensa va a ser muy grande.


DESPUÉS de estas cosas fué la palabra de Jehová á Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón sobremanera grande.


Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande.


Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo: —No temas, Abram, yo soy tu escudo, y tu recompensa será muy grande.


¶ Después de estas cosas vino la palabra del SEÑOR a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande.


Despues destas coſas fue Palabra de Iehoua à Abram en vision diziendo, No temas Abrã: Yo ſoy tu escudo, tu salario copioso engrãmanera.


Después de esto, el Señor le habló a Abram en una visión y le dijo: —No tengas miedo, Abram, porque yo soy tu protector. Tu recompensa va a ser muy grande.


Después de esto, el Señor le habló a Abram en una visión y le dijo: —No tengas miedo, Abram, porque yo soy tu protector. Tu recompensa va a ser muy grande.


Después de estos sucesos, el Señor habló a Abrán en una visión y le dijo: — No temas, Abrán, yo soy tu escudo, y muy grande va a ser tu recompensa.


Después de estas cosas la palabra del SEÑOR vino a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram, yo soy un escudo para ti; tu recompensa será muy grande.


Después de esto el SEÑOR se le apareció a Abram en una visión y le dijo: «Abram, no te asustes. Yo soy tu protector, tu recompensa será muy grande».


Después de estos sucesos, el Señor habló a Abrán en una visión y le dijo: —No temas, Abrán, yo soy tu escudo, y muy grande va a ser tu recompensa.


Poco tiempo después, el SEÑOR le dijo a Abram: ―Abram, no tengas miedo, porque yo te protejo, y te voy a dar una recompensa muy grande.


Después de estas cosas la palabra del SEÑOR vino a Abram en visión, diciendo: «No temas, Abram, Yo soy un escudo para ti; Tu recompensa será muy grande».


Tiempo después, el SEÑOR le habló a Abram en una visión y le dijo: —No temas, Abram, porque yo te protegeré, y tu recompensa será grande.


Después de esto, la palabra del SEÑOR vino a Abram en una visión: «No temas, Abram. Yo soy tu escudo, y muy grande será tu recompensa».


Después de estas cosas, la Palabra de YAVÉ vino a Abram en visión: No temas Abram. Yo soy tu Escudo. Tu galardón será muy grande.


Después de estas cosas vino la palabra del SEÑOR a Abram en visión, diciendo: —No temas, Abram. Yo soy tu escudo, y tu galardón será muy grande.


Después de estos sucesos, la palabra del Señor vino a Abrán en una visión. Le dijo: «No temas, Abrán. Yo soy tu escudo, y tu galardón será muy grande.»


DESPUÉS de estas cosas fué la palabra de Jehová á Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón sobremanera grande.


Después de esto, Dios se le apareció a Abram en una visión, y le dijo: —Abram, no tengas miedo. Yo soy quien te protege. Voy a darte muchas riquezas.


Después de esto, Dios se le apareció a Abram en una visión, y le dijo: —Abram, no tengas miedo. Yo soy quien te protege. Voy a darte muchas riquezas.


Debemos tomar siempre en cuenta el versículo Génesis, 15:1 de La Santa Biblia con el objetivo de reflexionar acerca de él.Tal vez sería acertado cuestionarse ¿Qué intentaba decirnos Dios Nuestro Señor con el versículo Génesis, 15:1? ¿Cuáles son las ocasiones de nuestro día a día en que podemos recurrir a aquello que hemos aprendido gracias al versículo Génesis, 15:1 de la Santa Biblia?

Meditar en relación con el versículo Génesis, 15:1 nos resulta fundamental para llegar a a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a elevar nuestra alma hacia Dios, por esa cuestión es conveniente acudir al versículo Génesis, 15:1 cada vez que precisemos que la palabra de Dios, Nuestro Señor nos indique el camino a seguir de modo que podamos saber cómo actuar o para traer el sosiego a nuestros corazones.