El Señor le contestó: —Tu heredero va a ser tu propio hijo, y no un extraño.
Y luego la palabra de Jehová fué á él diciendo: No te heredará éste, sino el que saldrá de tus entrañas será el que te herede.
Luego vino a él palabra de Jehová, diciendo: No te heredará este, sino un hijo tuyo será el que te heredará.
Luego vino a él palabra de Jehová, diciendo: —No te heredará este, sino que un hijo tuyo será el que te herede.
Y luego la palabra del SEÑOR vino a él diciendo: No te heredará éste, sino el que saldrá de tus entrañas, aquél te heredará.
Y luego la Palabra de Iehoua fue àel, diziendo, No te heredará eſte, mas el que ſaldrá de tus entrañas, aquel te heredará.
El Señor le contestó: —Tu heredero va a ser tu propio hijo, y no un extraño.
El Señor le contestó: —Tu heredero va a ser tu propio hijo, y no un extraño.
Pero el Señor le respondió: — ¡No! Ese hombre no será tu heredero; el heredero será tu propio hijo.
Pero he aquí que la palabra del SEÑOR vino a él, diciendo: Tu heredero no será este, sino uno que saldrá de tus entrañas, él será tu heredero.
La palabra del SEÑOR vino a él diciendo: —Él no será tu heredero. Tu propio hijo te heredará.
Pero el Señor le respondió: —¡No! Ese hombre no será tu heredero; el heredero será tu propio hijo.
Entonces el SEÑOR le dijo: ―Vas a tener un hijo, y será él quien se quede con todo lo que tienes. ¡De modo que ningún extraño se quedará con tus bienes!
Pero la palabra del SEÑOR vino a él, diciendo: «Tu heredero no será este, sino uno que saldrá de tus entrañas, él será tu heredero».
Después el SEÑOR le dijo: —No, tu siervo no será tu heredero, porque tendrás un hijo propio, quien será tu heredero.
—¡No! Ese hombre no ha de ser tu heredero —le contestó el SEÑOR—. Tu heredero será tu propio hijo.
Pero, ahí mismo la Palabra de YAVÉ vino a él: No te heredará éste, sino te heredará uno que saldrá de tu cuerpo.
Y he aquí que la palabra del SEÑOR vino a él diciendo: —No será este el que te herede, sino que alguien que salga de tus entrañas será el que te herede.
Pero vino a él palabra del Señor, y le dijo: «Tu heredero no será este, sino tu propio hijo.»
Y luego la palabra de Jehová fué á él diciendo: No te heredará éste, sino el que saldrá de tus entrañas será el que te herede.
Abram le contestó: —¡Dios y Rey mío! ¿Y para qué me vas a dar riquezas si no tengo hijos? Cuando me muera, ese extranjero que tengo por esclavo va a quedarse con todo lo que es mío. Pero Dios le asegu
Abram le contestó: —¡Dios y Rey mío! ¿Y para qué me vas a dar riquezas si no tengo hijos? Cuando me muera, ese extranjero que tengo por esclavo va a quedarse con todo lo que es mío. Pero Dios le asegu
El versiculo Génesis, 15:4 de los Textos Sagrados que componen la Biblia es algo que es aconsejable tomar continuamente en consideración para meditar acerca de él.Probablemente deberíamos preguntarnos ¿Qué trataba de decirnos Dios, Creador del Cielo y de la Tierra con el versículo Génesis, 15:4? ¿Cuáles serán las coyunturas de nuestra vida cotidiana en que podemos recurrir a lo que aprendemos gracias al versículo Génesis, 15:4 de La Sagrada Biblia?
Discurrir y recapacitar acerca de el versículo Génesis, 15:4 nos ayuda a ser capaces de acercarnos más al mensaje de Nuestro Señor y a elevar nuestra alma hacia Dios, por ese motivo es conveniente recurrir al versículo Génesis, 15:4 siempre que precisemos que la palabra de Dios, Nuestro Señor nos indique el camino a seguir de modo que podamos saber en qué forma acturar o para traer la tranquilidad a nuestros corazones y almas.