Así que no tengan miedo. Yo les daré de comer a ustedes y a sus hijos. Así José los tranquilizó, pues les habló con mucho cariño.
Ahora, pues, no tengáis miedo; yo os sustentaré á vosotros y á vuestros hijos. Así los consoló, y les habló al corazón.
Ahora, pues, no tengáis miedo; yo os sustentaré a vosotros y a vuestros hijos. Así los consoló, y les habló al corazón.
Ahora, pues, no tengáis miedo; yo os sustentaré a vosotros y a vuestros hijos. Así los consoló, pues les habló al corazón.
Ahora, pues, no tengáis miedo; yo os sustentaré a vosotros y a vuestros niños. Así los consoló, y les habló al corazón.
Aora pues no tẽgays miedo, yo os sustẽtaré a vosotros y à vuestros hijos. Ansi los conſoló, y les hablo àl coraçon.
Así que no tengan miedo. Yo les daré de comer a ustedes y a sus hijos. Así José los tranquilizó, pues les habló con mucho cariño.
Así que no tengan miedo. Yo les daré de comer a ustedes y a sus hijos. Así José los tranquilizó, pues les habló con mucho cariño.
Por tanto, no teman. Yo cuidaré de ustedes y de sus hijos. De ese modo los consoló, llegándoles al corazón.
Ahora pues, no temáis; yo proveeré para vosotros y para vuestros hijos. Y los consoló y les habló cariñosamente.
No tengan miedo, yo los voy a mantener a ustedes y a sus hijos. De esta manera, José les dijo cosas buenas a sus hermanos y los hizo sentir bien.
Por tanto, no teman. Yo cuidaré de ustedes y de sus hijos. De ese modo los consoló, llegándoles al corazón.
No, no tengan miedo. Yo mismo cuidaré de sus familias. Y de esta manera les habló con mucho cariño y los tranquilizó.
Ahora pues, no teman. Yo proveeré para ustedes y para sus hijos». Y los consoló y les habló cariñosamente.
No, no tengan miedo. Yo seguiré cuidando de ustedes y de sus hijos. Así que hablándoles con ternura y bondad, los reconfortó.
Así que, ¡no tengan miedo! Yo cuidaré de ustedes y de sus hijos. Y así, con el corazón en la mano, José los reconfortó.
Así que, no teman. Yo los sustentaré a ustedes y a sus pequeños. Así los consoló y les habló al corazón.
Ahora pues, no tengan miedo. Yo los sustentaré a ustedes y a sus hijos. Así los confortó y les habló al corazón.
Así que no tengan miedo. Yo les daré de comer a ustedes y a sus hijos.» Y los consoló, pues les habló con mucho cariño.
Ahora, pues, no tengáis miedo; yo os sustentaré á vosotros y á vuestros hijos. Así los consoló, y les habló al corazón.
Sin embargo, José los tranquilizó, y con mucho cariño les dijo: —No tengan miedo, que yo no soy Dios. Ustedes quisieron hacerme daño, pero Dios cambió todo para bien. Ustedes han visto ya lo que ha su
Sin embargo, José los tranquilizó, y con mucho cariño les dijo: —No tengan miedo, que yo no soy Dios. Ustedes quisieron hacerme daño, pero Dios cambió todo para bien. Ustedes han visto ya lo que ha su
Es preciso tener en todo momento presente el versículo Génesis, 50:21 de La Santa Biblia a fin de meditar sobre él. Acaso deberíamos preguntarnos ¿Qué intentaba decirnos Dios, Creador del Cielo y de la Tierra con el versículo Génesis, 50:21? ¿En qué coyunturas de nuestra vida diaria seremos capaces de poner en práctica aquello que hemos llegado a saber gracias al versículo Génesis, 50:21 de la Santa Biblia?
El hecho de reflexionar en relación con el versículo Génesis, 50:21 es un gran aporte que nos permite a ser capaces de acercarnos más al mensaje de Nuestro Señor y a aproximarnos más a Dios, ese es el motivo por el cual es aconsejable recurrir al versículo Génesis, 50:21 cada vez que pueda servirnos de guía de modo que podamos saber qué pasos dar o para traer la paz a nuestros corazones y almas.