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Hebreos, 2:18

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Hebreos, 2:18

Y como él mismo sufrió y fue puesto a prueba, ahora puede ayudar a los que también son puestos a prueba.


Porque en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer á los que son tentados.


Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados.


Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados.


porque en cuanto él mismo padeció y fue tentado, es poderoso para socorrer también a los que son tentados.


Porque en quanto el mismo padeciô y fue tentado, es poderoso para tambiẽ socorrer à los que ſon tentados.


Y como él mismo sufrió y fue puesto a prueba, ahora puede ayudar a los que también son puestos a prueba.


Y como él mismo sufrió y fue puesto a prueba, ahora puede ayudar a los que también son puestos a prueba.


Precisamente porque él mismo fue puesto a prueba y soportó el sufrimiento, puede ahora ayudar a quienes están siendo probados.


Pues por cuanto Él mismo fue tentado en el sufrimiento, es poderoso para socorrer a los que son tentados.


Jesús mismo sufrió y fue tentado, por eso puede ayudar a aquellos que son tentados.


Precisamente porque él mismo fue puesto a prueba y soportó el sufrimiento, puede ahora ayudar a quienes están siendo probados.


Y ya que él mismo sufrió la tentación, puede ahora ayudar a los que son tentados.


Pues por cuanto Él mismo fue tentado en el sufrimiento, es poderoso para socorrer a los que son tentados.


Debido a que él mismo ha pasado por sufrimientos y pruebas, puede ayudarnos cuando pasamos por pruebas.


Por haber sufrido él mismo la tentación, puede socorrer a los que son tentados.


Pues por cuanto Él mismo padeció al ser tentado, puede compadecerse de los que son probados.


Porque en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados.


Puesto que él mismo sufrió la tentación, es poderoso para ayudar a los que son tentados.


Porque en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer á los que son tentados.


Y como Jesús mismo sufrió, y el diablo le puso trampas para hacerlo pecar, ahora, cuando el diablo nos pone trampas, Jesús puede ayudarnos a todos.


Y como Jesús mismo sufrió, y el diablo le puso trampas para hacerlo pecar, ahora, cuando el diablo nos pone trampas, Jesús puede ayudarnos a todos.


Es muy recomendable tomar en todo momento en consideración el versículo Hebreos, 2:18 de La Sagrada Biblia de manera que podamos hacer una reflexión en torno a él. ¿Qué quiso manifestarnos Dios Nuestro Señor con el versículo Hebreos, 2:18? ¿En qué coyunturas de nuestra vida diaria tenemos la oportunidad de hacer valer lo que hemos llegado a saber gracias al versículo Hebreos, 2:18 de Las Sagradas Escrituras?

Hacer un análisis profundo en relación con el versículo Hebreos, 2:18 nos es de gran ayuda a ser mejores personas y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, ese es el motivo por el cual es conveniente apoyarse en el versículo Hebreos, 2:18 cada vez que necesitemos una luz que nos guíe para saber qué pasos dar o para traer la serenidad a nuestro espíritu.