De la misma manera, Cristo no se nombró Sumo sacerdote a sí mismo, sino que Dios le dio ese honor, pues él fue quien le dijo: «Tú eres mi hijo; yo te he engendrado hoy.»
Así también Cristo no se glorificó á sí mismo haciéndose Pontífice, mas el que le dijo: Tú eres mi Hijo, Yo te he engendrado hoy
Así tampoco Cristo se glorificó a sí mismo haciéndose sumo sacerdote, sino el que le dijo: Tú eres mi Hijo, Yo te he engendrado hoy.
Por eso, tampoco Cristo se glorificó a sí mismo haciéndose Sumo sacerdote, sino que fue Dios quien le dijo: «Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy.»
Así también el Cristo no se glorificó a sí mismo haciéndose Sumo Sacerdote, sino el que le dijo: Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy
Ansi tambien el Chriſto no ſe clarificó à ſi mismo haziendoſe Pontifice, mas el que le dixo, Tu eres mi Hijo, yo te hé engendrado oy
De la misma manera, Cristo no se nombró Sumo sacerdote a sí mismo, sino que Dios le dio ese honor, pues él fue quien le dijo: «Tú eres mi hijo; yo te he engendrado hoy.»
De la misma manera, Cristo no se nombró Sumo sacerdote a sí mismo, sino que Dios le dio ese honor, pues él fue quien le dijo: «Tú eres mi hijo; yo te he engendrado hoy.»
Del mismo modo, no fue Cristo quien se arrogó la dignidad de sumo sacerdote, sino que fue Dios quien le dijo: Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy .
De la misma manera, Cristo no se glorificó a sí mismo para hacerse Sumo Sacerdote, sino que lo glorificó el que le dijo: HIJO MíO ERES Tú, YO TE HE ENGENDRADO HOY
Lo mismo sucede con Cristo: no fue él, sino Dios, quien le dio el honor de ser sumo sacerdote. Dios le dijo: «Tú eres mi Hijo; hoy me he convertido en tu Padre».
Del mismo modo, no fue Cristo quien se arrogó la dignidad de sumo sacerdote, sino que fue Dios quien le dijo: Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy .
Ni siquiera Cristo eligió él mismo ser sumo sacerdote, sino que Dios lo eligió y le dio ese honor cuando dijo: «Tú eres Hijo mío, yo te he engendrado hoy».
De la misma manera, Cristo no se glorificó a Él mismo para hacerse Sumo Sacerdote, sino que lo glorificó el que le dijo: «HIJO MíO ERES Tú, YO TE HE ENGENDRADO HOY»
Por eso, Cristo no se honró a sí mismo haciéndose Sumo Sacerdote, sino que fue elegido por Dios, quien le dijo: «Tú eres mi Hijo. Hoy he llegado a ser tu Padre».
Tampoco Cristo se glorificó a sí mismo haciéndose sumo sacerdote, sino que Dios le dijo: «Tú eres mi Hijo; hoy mismo te he engendrado».
Así también Cristo no se enalteció a Él mismo al ser designado Sumo Sacerdote, sino lo enalteció el que le dijo: Mi Hijo eres Tú. Yo te engendré hoy.
Así también Cristo no se glorificó a sí mismo para ser hecho sumo sacerdote sino que lo glorificó el que le dijo: Hijo mío eres tú; yo te he engendrado hoy.
Tampoco Cristo se glorificó a sí mismo haciéndose sumo sacerdote, sino que ese honor se lo dio el que le dijo: «Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy»
Así también Cristo no se glorificó á sí mismo haciéndose Pontífice, mas el que le dijo: Tú eres mi Hijo, Yo te he engendrado hoy
Cristo no llegó a ser Jefe de sacerdotes porque así lo quiso, sino que Dios lo eligió y le dio ese honor. Fue Dios quien le dijo: «Tú eres mi Hijo; desde hoy soy tu padre.»
Cristo no llegó a ser Jefe de sacerdotes porque así lo quiso, sino que Dios lo eligió y le dio ese honor. Fue Dios quien le dijo: «Tú eres mi Hijo; desde hoy soy tu padre.»
Nos conviene tomar siempre en consideración el versículo Hebreos, 5:5 de La Santa Biblia de manera que podamos hacer una reflexión sobre él.Tal vez deberíamos preguntarnos ¿Qué trataba de decirnos Dios Nuestro Señor con el versículo Hebreos, 5:5? ¿En qué momentos de nuestra vida diaria seremos capaces de hacer valer lo que hemos llegado a saber gracias al versículo Hebreos, 5:5 de La Biblia?
El hecho de reflexionar en torno a lo que se refiere el versículo Hebreos, 5:5 nos ayuda a ser capaces de acercarnos más al mensaje de Nuestro Señor y a aproximarnos más a Dios, por eso es bueno apoyarse en el versículo Hebreos, 5:5 siempre que pueda servirnos de guía de modo que podamos saber cómo actuar o para traer paz a nuestras almas.