Así que Cristo, a pesar de ser Hijo, sufriendo aprendió lo que es la obediencia
Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia
Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia
Y, aunque era Hijo, a través del sufrimiento aprendió lo que es la obediencia
Y aunque era el Hijo (de Dios,) por lo que padeció aprendió la obediencia
Y aunque era el Hijo [de Dios,] por lo que padeció aprendió la obediencia
Así que Cristo, a pesar de ser Hijo, sufriendo aprendió lo que es la obediencia
Así que Cristo, a pesar de ser Hijo, sufriendo aprendió lo que es la obediencia
Y aunque era Hijo, aprendió en la escuela del dolor lo que cuesta obedecer.
y aunque era Hijo, aprendió obediencia por lo que padeció
A pesar de ser su Hijo, aprendió a obedecer por medio de todo lo que sufrió.
Y aunque era Hijo, aprendió en la escuela del dolor lo que cuesta obedecer.
¡Aun Jesús, siendo Hijo de Dios, tuvo que aprender por medio del sufrimiento lo que es la obediencia!
Aunque era Hijo, aprendió obediencia por lo que padeció
Aunque era Hijo de Dios, Jesús aprendió obediencia por las cosas que sufrió.
Aunque era Hijo, mediante el sufrimiento aprendió a obedecer.
Aunque es Hijo, aprendió la obediencia por medio de lo que padeció.
Aunque era Hijo, aprendió la obediencia por lo que padeció.
Aunque era Hijo, aprendió a obedecer mediante el sufrimiento
Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia
Aunque él era Hijo de Dios, por medio del sufrimiento aprendió lo que significa obedecer siempre a Dios.
Aunque él era Hijo de Dios, por medio del sufrimiento aprendió lo que significa obedecer siempre a Dios.
El versiculo Hebreos, 5:8 de La Santa Biblia es algo que hay que tener constantemente presente con la finalidad de reflexionar acerca de él. Acaso deberíamos preguntarnos ¿Qué pretendía decirnos Dios, Creador del Cielo y de la Tierra con el versículo Hebreos, 5:8? ¿En qué momentos de nuestra vida diaria podemos llevar a la práctica aquello que hemos llegado a saber gracias al versículo Hebreos, 5:8 de La Biblia?
El hecho de reflexionar en torno a lo que se refiere el versículo Hebreos, 5:8 nos supone una ayuda a ser mejores personas y a elevar nuestra alma hacia Dios, esa es la razón por la cual es conveniente acudir al versículo Hebreos, 5:8 todas las veces que necesitemos una luz que nos guíe para saber qué pasos dar o para traer paz a nuestras almas.