Santiago, 5:18

Después, cuando oró otra vez, volvió a llover, y la tierra dio su cosecha.

Y otra vez oró, y el cielo dió lluvia, y la tierra produjo su fruto.

Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto.

Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia y la tierra produjo su fruto.

Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto.

Y otra vez oró, y el cielo dió lluuia, y la tierra produxo ſu fruto.

Después, cuando oró otra vez, volvió a llover, y la tierra dio su cosecha.

Luego volvió a orar, y el cielo dio lluvia y la tierra produjo su fruto.

Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia y la tierra produjo su fruto.

Después oró otra vez, llovió y la tierra produjo sus cosechas.

Luego volvió a orar, y el cielo dio lluvia y la tierra produjo su fruto.

Después, volvió a orar, y el cielo dio su lluvia y la tierra dio sus cosechas.

Oró de nuevo, y el cielo dio lluvia y la tierra produjo su fruto.

Más tarde, cuando volvió a orar, el cielo envió lluvia, y la tierra comenzó a dar cosechas.

Volvió a orar, y el cielo dio su lluvia y la tierra produjo sus frutos.

Otra vez habló con Dios, y el cielo dio lluvia y la tierra produjo su fruto.

Y oró de nuevo, y el cielo dio lluvia y la tierra produjo su fruto.

Después volvió a orar, y el cielo dejó caer su lluvia, y la tierra dio sus frutos.

Y otra vez oró, y el cielo dió lluvia, y la tierra produjo su fruto.

Después volvió a orar, ¡y llovió y la tierra dio sus cosechas!

El versiculo Santiago, 5:18 de los Textos Sagrados que componen la Biblia es algo que es muy recomendable tener en todo momento presente de manera que podamos hacer una reflexión en torno a él.Tal vez sería acertado cuestionarse ¿Qué intentaba proponernos Dios con el versículo Santiago, 5:18? ¿En qué momentos de nuestro día a día seremos capaces de recurrir a lo que hemos alcanzado a saber gracias al versículo Santiago, 5:18 de Las Sagradas Escrituras?

El hecho de reflexionar en torno a lo que se refiere el versículo Santiago, 5:18 nos es de gran ayuda a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a elevar nuestra alma hacia Dios, por esa cuestión es oportuno acudir al versículo Santiago, 5:18 todas las veces que necesitemos una luz que nos guíe de modo que podamos saber cómo actuar o para traer la paz a nuestros corazones.