Y Micaías les respondió: —Ustedes se llevan mis dioses, que yo había hecho, y se llevan también a mi sacerdote, y me dejan sin nada, ¿y todavía se atreven a preguntarme qué me pasa?
Y él respondió: Mis dioses que yo hice, que lleváis juntamente con el sacerdote, y os vais: ¿qué más me queda? ¿y á qué propósito me decís: Qué tienes?
Él respondió: Tomasteis mis dioses que yo hice y al sacerdote, y os vais; ¿qué más me queda? ¿Por qué, pues, me preguntáis qué me pasa?
Él respondió: —Os apoderasteis de los dioses que yo hice y de mi sacerdote. Vosotros os vais, y a mí ¿qué más me queda? ¿Por qué, pues, me preguntáis qué me pasa?
Y él respondió: Mis dioses que yo hice, que lleváis juntamente con el sacerdote, y os vais; ¿qué más me queda? ¿Y a qué propósito me decís: Qué tienes?
Y el respondió: Mis dioses que yo hize, que me lleuays juntamente conel sacerdote, y os ys. que mas me queda? y à que proposito me dezis, Que tienes?
Y Micaías les respondió: —Ustedes se llevan mis dioses, que yo había hecho, y se llevan también a mi sacerdote, y me dejan sin nada, ¿y todavía se atreven a preguntarme qué me pasa?
Y Micaías les respondió: —Ustedes se llevan mis dioses, que yo había hecho, y se llevan también a mi sacerdote, y me dejan sin nada, ¿y todavía se atreven a preguntarme qué me pasa?
Respondió: — Me han quitado mi dios, el que yo me había hecho, y me han arrebatado a mi sacerdote. Se marchan sin dejarme nada y encima me dicen: “¿Qué te sucede?”.
Y él respondió: Os habéis llevado mis dioses que yo hice, y al sacerdote, y os habéis marchado, ¿y qué me queda? ¿Cómo, pues, me decís: «¿Qué pasa?»?
Micaías dijo: —Ustedes se robaron las estatuas que yo mismo había hecho y se llevaron también a mi sacerdote. ¿Y ahora qué me queda? ¡Es el colmo que me pregunten qué pasa!
Respondió: —Me han quitado mi dios, el que yo me había hecho, y me han arrebatado a mi sacerdote. Se marchan sin dejarme nada y encima me dicen: «¿Qué te sucede?».
―¿Y lo preguntan? —replicó Micaías—. Se han robado mis dioses y mi sacerdote, y nada me han dejado.
Y él respondió: «Ustedes se han llevado mis dioses que yo hice, también al sacerdote, y se han marchado, ¿y qué me queda? ¿Cómo, pues, me dicen: “¿Qué pasa?” ».
—¿Cómo me preguntan: “¿Qué te pasa?”? —contestó Micaía—. ¡Ustedes se han llevado todos los dioses que yo hice y a mi sacerdote, y no me queda nada!
Micaías respondió: —Ustedes se llevaron mis dioses que yo mismo hice, y también se llevaron a mi sacerdote y luego se fueron. ¿Qué más me queda? ¡Y todavía se atreven a preguntarme qué me sucede!
Él contestó: Tomaron al sacerdote y mis ʼelohim que hice, y se marcharon, ¿y qué me queda? Aún me preguntan: ¿Qué pasó?
Él respondió: —¡Tomaron mis dioses que yo hice y al sacerdote y se fueron! ¿Qué más me queda? ¿Por qué, pues, me preguntan: “¿Qué te pasa?”.
Y Micaía respondió: «Ustedes se han adueñado de los dioses que hice, y también se llevan al sacerdote, ¿y a mí qué me queda? ¿Y todavía me preguntan qué me pasa?»
Y él respondió: Mis dioses que yo hice, que lleváis juntamente con el sacerdote, y os vais: ¿qué más me queda? ¿y á qué propósito me decís: Qué tienes?
Micaías les contestó: —¿Cómo se atreven a preguntarme qué me pasa? ¡Ustedes me han robado las imágenes que hice, se han llevado a mi sacerdote y me han dejado sin nada!
Micaías les contestó: —¿Cómo se atreven a preguntarme qué me pasa? ¡Ustedes me han robado las imágenes que hice, se han llevado a mi sacerdote y me han dejado sin nada!
Debemos tomar constantemente en cuenta el versículo Jueces, 18:24 de los Textos Sagrados que componen la Biblia de manera que podamos reflexionar sobre él.Tal vez sería adecuado preguntarse ¿Qué pretendía decirnos Dios, Creador del Cielo y de la Tierra con el versículo Jueces, 18:24? ¿En qué momentos de nuestra vida cotidiana tenemos la oportunidad de recurrir a lo que hemos llegado a saber gracias al versículo Jueces, 18:24 de La Biblia?
El hecho de reflexionar en relación con el versículo Jueces, 18:24 nos resulta fundamental para llegar a a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a elevar nuestra alma hacia Dios, por esa cuestión es bueno servirse del versículo Jueces, 18:24 todas las veces que nos pueda servir de guía y así saber cómo actuar o para traer la paz a nuestro espíritu.