y vio también que yo repudié a la rebelde Israel y que me divorcié de ella precisamente por el adulterio cometido. Pero Judá, la infiel hermana de Israel, no tuvo temor, sino que también ella fue y se
Que yo lo había visto; que por todas estas causas en las cuales fornicó la rebelde Israel, yo la había despedido, y dádole la carta de su repudio; y no tuvo temor la rebelde Judá su hermana, sino que
Ella vio que por haber fornicado la rebelde Israel, yo la había despedido y dado carta de repudio; pero no tuvo temor la rebelde Judá su hermana, sino que también fue ella y fornicó.
Ella vio que por haber fornicado la rebelde Israel, yo la había despedido y dado carta de repudio; pero no tuvo temor la rebelde Judá, su hermana, sino que también fue ella y fornicó.
Que yo lo había visto; que por todas estas causas en las cuales fornicó la rebelde Israel, yo la envié, y le di la carta de su repudio; y no tuvo temor la rebelde Judá su hermana, sino que también fue
Que yo lo auia viſto, que por todas estas cauſas en las quales formcó la rebelle Iſrael yo la embié, y le di la carta de ſu repudio: y no vuo temoi la rebelle Iudá ſu hermana: mas fue tambien ella, y
y vio también que yo repudié a la rebelde Israel y que me divorcié de ella precisamente por el adulterio cometido. Pero Judá, la infiel hermana de Israel, no tuvo temor, sino que también ella fue y se
y vio también que yo repudié a la rebelde Israel y que me divorcié de ella precisamente por el adulterio cometido. Pero Judá, la infiel hermana de Israel, no tuvo temor, sino que también ella fue y se
aunque vio que, debido a todos sus adulterios, yo había despedido a la apóstata Israel y le había dado el acta de divorcio, no tuvo miedo; así que su infiel hermana Judá siguió adelante y se prostituy
Y vio que a causa de todos los adulterios de la infiel Israel, yo la había despedido, dándole carta de divorcio; con todo, su pérfida hermana Judá no tuvo temor, sino que ella también fue y se hizo ra
y también se dio cuenta de que por todos los pecados sexuales que cometió Israel, yo la envié lejos y me separé de ella. Sin embargo, Judá no tuvo temor alguno y también fue a prostituirse.
aunque vio que, debido a todos sus adulterios, yo había despedido a la apóstata Israel y le había dado el acta de divorcio, no tuvo miedo; así que su infiel hermana Judá siguió adelante y se prostituy
pero no puso atención aunque vio que yo me divorcié de la infiel Israel. Ahora también Judá me ha dejado y se ha entregado a la prostitución, pues ha acudido a otros dioses para adorarlos.
Y vio que a causa de todos los adulterios de la infiel Israel, Yo la había despedido, dándole carta de divorcio. Con todo, su rebelde hermana Judá no tuvo temor, sino que ella también fue y se hizo ra
Vio que me divorcié de la infiel Israel debido a su adulterio; pero Judá, esa hermana traicionera, no tuvo temor, y ahora ella también me ha dejado y se ha entregado a la prostitución.
y vio también que yo despedí a la apóstata Israel, y que le había dado carta de divorcio por todos los adulterios que había cometido. No obstante, su hermana, la infiel Judá, no tuvo ningún temor, sin
vio que Yo despedí a la apóstata Israel por sus adulterios y que le di carta de divorcio. Y aun así, Judá, su pérfida hermana, no tuvo temor. También ella fue y se prostituyó.
Ella vio que precisamente porque la apóstata Israel había cometido adulterio, yo la había despedido y le había dado carta de divorcio. Pero su hermana, la desleal Judá, no tuvo temor; más bien, fue y
vio que yo había despedido y repudiado a Israel por su infidelidad y sus prostituciones. Pero tampoco ella tuvo temor, sino que con la misma rebeldía de su hermana, fue y se prostituyó.
Que yo lo había visto; que por todas estas causas en las cuales fornicó la rebelde Israel, yo la había despedido, y dádole la carta de su repudio; y no tuvo temor la rebelde Judá su hermana, sino que
Aunque supo que yo rechacé a Israel, me fue infiel y me puso en vergüenza al adorar a otros dioses.
Aunque supo que yo rechacé a Israel, me fue infiel y me puso en vergüenza al adorar a otros dioses.
El versiculo Jeremías, 3:8 de La Santa Biblia consiste en algo que es muy recomendable tomar siempre en consideración con el fin de hacer una reflexión en torno a él.Seguramente sería acertado cuestionarse ¿Qué pretendía decirnos Dios Nuestro Señor con el versículo Jeremías, 3:8? ¿En qué coyunturas de nuestro día a día seremos capaces de recurrir a aquello que hemos llegado a saber gracias al versículo Jeremías, 3:8 de La Biblia?
Meditar en relación con el versículo Jeremías, 3:8 nos es de gran ayuda a ser mejores personas y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, por ese motivo es conveniente recurrir al versículo Jeremías, 3:8 todas las veces que nos pueda servir de guía y así saber en qué forma acturar o para traer la serenidad a nuestros corazones.