Nosotros hemos obedecido todas las órdenes de nuestro antepasado Jonadab, y nunca bebemos vino, ni nosotros ni nuestras mujeres ni nuestros hijos
Y nosotros hemos obedecido á la voz de Jonadab nuestro padre, hijo de Rechâb, en todas las cosas que nos mandó, de no beber vino en todos nuestros días, nosotros, ni nuestras mujeres, ni nuestros hijo
Y nosotros hemos obedecido a la voz de nuestro padre Jonadab hijo de Recab en todas las cosas que nos mandó, de no beber vino en todos nuestros días, ni nosotros, ni nuestras mujeres, ni nuestros hijo
Y nosotros hemos obedecido a la voz de nuestro padre Jonadab hijo de Recab en todas las cosas que nos mandó: no beber vino en todos nuestros días, ni nosotros ni nuestras mujeres ni nuestros hijos ni
Y nosotros hemos escuchado la voz de Jonadab nuestro padre, hijo de Recab, en todas las cosas que nos mandó, de no beber vino en todos nuestros días, nosotros, ni nuestras mujeres, ni nuestros hijos,
Y noſotros obedecimos à la boz de lonadab nuestro padre, hijo de Rechab, en todas las coſas quenos mandó para no beuer vino en todos nuestros dias, noſotros ni nuestras mugeres, ni nuestros hijos ni n
Nosotros hemos obedecido todas las órdenes de nuestro antepasado Jonadab, y nunca bebemos vino, ni nosotros ni nuestras mujeres ni nuestros hijos
Nosotros hemos obedecido todas las órdenes de nuestro antepasado Jonadab, y nunca bebemos vino, ni nosotros ni nuestras mujeres ni nuestros hijos
Nosotros hemos obedecido a Jonadab, hijo de nuestro antepasado Recab, en todo lo que nos mandó. Por eso nunca bebemos vino, ni nosotros, ni nuestras mujeres, ni nuestros hijos ni nuestras hijas
Y nosotros hemos obedecido la voz de Jonadab, hijo de Recab, nuestro padre, en todo lo que él nos mandó de no beber vino en todos nuestros días, ni nosotros, ni nuestras mujeres, ni nuestros hijos, ni
Nosotros obedecemos todas las órdenes que nos dio nuestro antepasado Jonadab hijo de Recab. Nunca en nuestra vida bebemos vino, ni nuestras esposas ni nuestros hijos e hijas.
Nosotros hemos obedecido a Jonadab, hijo de nuestro antepasado Recab, en todo lo que nos mandó. Por eso nunca bebemos vino, ni nosotros, ni nuestras mujeres, ni nuestros hijos ni nuestras hijas
Y lo hemos obedecido en todo esto. Desde entonces jamás hemos bebido vino nosotros ni nuestras esposas ni nuestros hijos ni nuestras hijas.
Y nosotros hemos obedecido la voz de Jonadab, hijo de Recab, nuestro padre, en todo lo que él nos mandó de no beber vino en todos nuestros días, ni nosotros, ni nuestras mujeres, ni nuestros hijos, ni
Así que le hemos obedecido en todas estas cosas. Nunca hemos bebido vino hasta el día de hoy, ni tampoco nuestras esposas, ni nuestros hijos, ni nuestras hijas.
Nosotros obedecemos todo lo que nos ordenó Jonadab, hijo de Recab. Nunca bebemos vino; tampoco lo hacen nuestras mujeres ni nuestros hijos.
Nosotros obedecimos la voz de nuestro padre Jonadab, hijo de Recab, en todas las cosas que nos mandó, para que no bebamos vino en todos nuestros días, ni nosotros, ni nuestras esposas, ni nuestros hij
Y nosotros hemos obedecido la voz de nuestro padre Jonadab hijo de Recab en todas las cosas que nos mandó: de no beber vino en todos nuestros días ni nosotros ni nuestras mujeres ni nuestros hijos ni
»Nosotros hemos obedecido las órdenes de nuestro padre, Jonadab hijo de Recab. Nunca hemos bebido vino, ni tampoco nuestras mujeres, ni nuestros hijos e hijas
Y nosotros hemos obedecido á la voz de Jonadab nuestro padre, hijo de Rechâb, en todas las cosas que nos mandó, de no beber vino en todos nuestros días, nosotros, ni nuestras mujeres, ni nuestros hijo
pero me respondieron que ni ellos ni sus hijos acostumbraban beber vino, porque su antepasado Jonadab hijo de Recab se lo había prohibido. También me dijeron que tenían prohibido sembrar semillas, pla
pero me respondieron que ni ellos ni sus hijos acostumbraban beber vino, porque su antepasado Jonadab hijo de Recab se lo había prohibido. También me dijeron que tenían prohibido sembrar semillas, pla
El versiculo Jeremías, 35:8 de La Biblia es algo que deberíamos tomar en todo momento en cuenta de tal forma que podamos analizarlo y pensar acerca de él.Probablemente sería adecuado preguntarse ¿Qué pretendía decirnos Nuestro Padre que está en los Cielos con el versículo Jeremías, 35:8? ¿En qué momentos de nuestra vida cotidiana seremos capaces de recurrir a aquello que hemos aprendido gracias al versículo Jeremías, 35:8 de La Biblia?
Discurrir y recapacitar acerca de el versículo Jeremías, 35:8 es un gran aporte que nos permite a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a elevar nuestra alma hacia Dios, esa es la razón por la cual es oportuno acudir al versículo Jeremías, 35:8 todas las veces que precisemos que la palabra de Dios, Nuestro Señor nos indique el camino a seguir y así saber qué pasos dar o para traer paz a nuestros corazones y almas.