Entonces el Señor le dijo: —Tú no sembraste la mata de ricino, ni la hiciste crecer; en una noche nació, y a la otra se murió. Sin embargo le tienes compasión.
Y dijo Jehová: Tuviste tú lástima de la calabacera, en la cual no trabajaste, ni tú la hiciste crecer; que en espacio de una noche nació, y en espacio de otra noche pereció
Y dijo Jehová: Tuviste tú lástima de la calabacera, en la cual no trabajaste, ni tú la hiciste crecer; que en espacio de una noche nació, y en espacio de otra noche pereció.
Entonces Jehová le dijo: —Tú tienes lástima de una calabacera en la que no trabajaste, ni a la cual has hecho crecer, que en espacio de una noche nació y en espacio de otra noche pereció
Y le dijo el SEÑOR: Tuviste tú piedad de la calabacera, en la cual no trabajaste, ni tú la hiciste crecer; que en espacio de una noche nació, y en espacio de otra noche pereció
Y dixole Iehoua: Tuuiste tu piedad de la calabacera en la qual no trabajaste, ni tu la heziste crecer, que en espacio de vna noche nació, y en espacio de otra noche pereció
Entonces el Señor le dijo: —Tú no sembraste la mata de ricino, ni la hiciste crecer; en una noche nació, y a la otra se murió. Sin embargo le tienes compasión.
Entonces el Señor le dijo: —Tú no sembraste la mata de ricino, ni la hiciste crecer; en una noche nació, y a la otra se murió. Sin embargo le tienes compasión.
Le dijo entonces el Señor: — Tú te lamentas por un ricino en cuyo crecimiento no has intervenido, que en una noche creció y en la siguiente se secó.
Y dijo el SEÑOR: Tú te apiadaste de la planta por la que no trabajaste ni hiciste crecer, que nació en una noche y en una noche pereció
Entonces el SEÑOR le dijo: —Tú no moviste ni un dedo por la planta de ricino, ni hiciste que creciera; en una noche nació y murió la noche siguiente. Tú sí puedes preocuparte por ella, pero
Le dijo entonces el Señor: —Tú te lamentas por un ricino en cuyo crecimiento no has intervenido, que en una noche creció y en la siguiente se secó.
Entonces el SEÑOR le dijo: ―Sientes lástima porque fue destruida la planta que te daba sombra, aunque tú no trabajaste en ella y, que de todos modos, es de corta vida.
Entonces el SEÑOR le dijo: «Tú te apiadaste de la planta por la que no trabajaste ni hiciste crecer, que nació en una noche y en una noche pereció
Entonces el SEÑOR le respondió: —Sientes lástima por una planta, aunque tú no hiciste nada para que creciera. Creció rápido y murió rápido.
El SEÑOR le dijo: —Tú te compadeces de una planta que, sin ningún esfuerzo de tu parte, creció en una noche y en la otra pereció.
YAVÉ le dijo: Te preocupas por la calabacera, por la cual no trabajaste ni la hiciste crecer, que en una noche nació y en una noche pereció.
Y el SEÑOR le dijo: —Tú te preocupas por la planta de ricino por la cual no trabajaste ni la hiciste crecer, que en una noche llegó a existir y en una noche pereció.
Y el Señor le dijo: «Tú sientes lástima por la enredadera, por la cual no trabajaste, y a la cual no hiciste crecer; durante una noche creció, y a la noche siguiente dejó de existir.
Y dijo Jehová: Tuviste tú lástima de la calabacera, en la cual no trabajaste, ni tú la hiciste crecer; que en espacio de una noche nació, y en espacio de otra noche pereció
Dios le respondió a Jonás: —Estás preocupado por una planta que no sembraste ni hiciste crecer. En una noche creció, y en la otra se secó.
Dios le respondió a Jonás: —Estás preocupado por una planta que no sembraste ni hiciste crecer. En una noche creció, y en la otra se secó.
Deberíamos tomar constantemente en cuenta el versículo Jonás, 4:10 de La Biblia de manera que podamos meditar sobre él. Acaso deberíamos hacernos la pregunta ¿Qué trataba de proponernos Dios Nuestro Señor con el versículo Jonás, 4:10? ¿Cuáles serán las coyunturas de nuestro día a día en que seremos capaces de poner en práctica aquello que hemos aprendido gracias al versículo Jonás, 4:10 de La Sagrada Biblia?
El hecho de reflexionar acerca de el versículo Jonás, 4:10 nos es de gran ayuda a ser mejores personas y a elevar nuestra alma hacia Dios, esa es la razón por la cual es oportuno apoyarse en el versículo Jonás, 4:10 en todas aquellas ocasiones en que necesitemos palabras que nos inspiren y guíen y así saber cómo proceder o para traer la serenidad a nuestros corazones y almas.