Pero, al amanecer del día siguiente, Dios dispuso que un gusano picara el ricino, y este se secó.
Mas Dios preparó un gusano al venir la mañana del día siguiente, el cual hirió á la calabacera, y secóse.
Pero al venir el alba del día siguiente, Dios preparó un gusano, el cual hirió la calabacera, y se secó.
Pero, al amanecer del día siguiente, Dios dispuso que un gusano dañara la calabacera, y esta se secó.
Y el mismo Dios preparó un gusano viniendo la mañana del día siguiente, el cual hirió a la calabacera, y se secó.
Y el mismo Dios preparó vn gusano en viniẽdo la mañana del dia siguiente, el qual hirió à la calabacera, y secóse.
Pero, al amanecer del día siguiente, Dios dispuso que un gusano picara el ricino, y éste se secó.
Pero, al amanecer del día siguiente, Dios dispuso que un gusano picara el ricino, y este se secó.
Pero al apuntar la aurora del día siguiente, Dios hizo aparecer un gusano que dañó el ricino hasta secarlo.
Pero Dios dispuso que un gusano al rayar el alba del día siguiente atacara la planta, y esta se secó.
Pero al amanecer del día siguiente, Dios había dispuesto que un gusano atacará la planta de ricino y esta se secó.
Pero al apuntar la aurora del día siguiente, Dios hizo aparecer un gusano que dañó el ricino hasta secarlo.
Pero Dios también preparó un gusano. A la mañana siguiente el gusano picó la calabacera, y esta se marchitó y se secó.
Pero al rayar el alba del día siguiente Dios dispuso que un gusano atacara la planta, y esta se secó.
¡Pero Dios también proveyó un gusano! Al amanecer del día siguiente, el gusano se comió el tallo de la planta, de modo que se marchitó.
Pero al amanecer del día siguiente Dios dispuso que un gusano la hiriera, y la planta se marchitó.
Pero al amanecer del día siguiente ʼELOHIM preparó un gusano, el cual hirió la calabacera, y se secó.
Pero Dios dispuso también, al amanecer del día siguiente, un gusano que atacó la planta de ricino y esta se secó.
Pero al día siguiente, al llegar el alba, Dios dispuso que un gusano dañara la enredadera, y esta se marchitó.
Mas Dios preparó un gusano al venir la mañana del día siguiente, el cual hirió á la calabacera, y secóse.
Pero después, Dios hizo que un gusano viniera al otro día, y picara la planta. Esta pronto se secó
Pero después, Dios hizo que un gusano viniera al otro día, y picara la planta. Esta pronto se secó
Debemos tener en todo momento presente el versículo Jonás, 4:7 de La Sagrada Biblia de tal forma que podamos hacer una reflexión sobre él.Probablemente sería adecuado preguntarse ¿Qué intentaba proponernos el Señor con el versículo Jonás, 4:7? ¿Cuáles son las ocasiones de nuestra vida cotidiana en que seremos capaces de aprovechar lo que aprendemos gracias al versículo Jonás, 4:7 de La Sagrada Biblia?
El hecho de reflexionar en relación con el versículo Jonás, 4:7 nos supone una ayuda a ser mejores personas y a elevar nuestra alma hacia Dios, ese es el motivo por el cual es bueno acudir al versículo Jonás, 4:7 todas las veces que necesitemos palabras que nos inspiren y guíen de modo que podamos saber cómo proceder o para traer la serenidad a nuestras almas.