9 (10) ¡Roben la plata! ¡Roben el oro! ¡Las riquezas de Nínive no tienen fin!
Saquead plata, saquead oro: no hay fin de las riquezas y suntuosidad de todo ajuar de codicia.
Saquead plata, saquead oro; no hay fin de las riquezas y suntuosidad de toda clase de efectos codiciables.
¡Saquead plata, saquead oro! ¡Hay riquezas sin fin, y toda clase de objetos suntuosos y codiciables!
Saquead plata, saquead oro; no hay fin de las riquezas; honra, más que todo ajuar de codicia.
Saquead plata, saquead oro: no ay fin de las riquezas: honrra, mas que todo axuar de cobdicia.
Como el agua a través de un dique roto, así huyen los habitantes de Nínive. «¡Deténganse! ¡Vuelvan!» les gritan, pero nadie vuelve.
9 (10) ¡Roben la plata! ¡Roben el oro! ¡Las riquezas de Nínive no tienen fin!
Nínive es como un estanque cuyas aguas se escapan. ¡Deténganse, deténganse! Mas nadie se da la vuelta.
¡Saquead la plata! ¡Saquead el oro! No hay límite a los tesoros, a las riquezas de toda clase de objetos codiciables.
¡Agarren la plata! ¡Tomen el oro! No hay límite a los tesoros que saquear ni a la abundancia de objetos preciosos.
Nínive es como un estanque cuyas aguas se escapan. ¡Deténganse, deténganse! Mas nadie se da la vuelta.
¡Se les roba la plata! ¡Se les roba el oro! Sus tesoros son inmensos, sus riquezas y sus joyas son incontables, pero les están saqueando todo.
¡Saqueen la plata! ¡Saqueen el oro! No hay límite a los tesoros, A las riquezas de toda clase de objetos codiciables.
¡Roben la plata! ¡Saqueen el oro! Los tesoros de Nínive no tienen fin; su riqueza es incalculable.
¡Saqueen la plata! ¡Saqueen el oro! El tesoro es inagotable, y abundan las riquezas y los objetos preciosos.
¡Saquen la plata y el oro! Hay riquezas sin fin, toda clase de objetos deseables.
¡Saqueen la plata, saqueen el oro! ¡No tienen límites la calidad y el peso de todos los objetos preciosos!
Unos se roban la plata, otros se roban el oro, ¡parecieran no tener fin tantas riquezas y tantos objetos codiciables y valiosos!
Saquead plata, saquead oro: no hay fin de las riquezas y suntuosidad de todo ajuar de codicia.
9 (10) Los soldados enemigos gritan: «Tomemos el oro y la plata; ¡son tantas las riquezas de Asiria que parecen no tener fin!»
9 (10) Los soldados enemigos gritan: «Tomemos el oro y la plata; ¡son tantas las riquezas de Asiria que parecen no tener fin!»
Es conveniente tomar siempre en cuenta el versículo Nahúm, 2:9 de los Textos Sagrados que componen la Biblia de manera que podamos reflexionar acerca de él.Probablemente sería adecuado preguntarse ¿Qué trataba de decirnos Dios con el versículo Nahúm, 2:9? ¿Cuáles son los momentos de nuestro día a día en que podemos recurrir a aquello que hemos llegado a saber gracias al versículo Nahúm, 2:9 de la Santa Biblia?
Reflexionar acerca de el versículo Nahúm, 2:9 nos supone una ayuda a ser mejores personas y a acercarnos más a Dios, por eso es conveniente apoyarse en el versículo Nahúm, 2:9 siempre que precisemos que la palabra de Dios, Nuestro Señor nos indique el camino a seguir para saber cómo proceder o para traer la tranquilidad a nuestros corazones y almas.