Te lo envío de nuevo: es el hijo de mis entrañas.
El cual te vuelvo á enviar; tu pues, recíbele como á mis entrañas.
el cual vuelvo a enviarte; tú, pues, recíbele como a mí mismo.
Te lo envío de nuevo. Tú, pues, recíbelo como a mí mismo.
el cual te vuelvo a enviar; tú pues, recíbele como a mí mismo.
Boluîlo à embiar, mas recibelo tu como à mis entrañas.
Te lo envío de nuevo: es el hijo de mis entrañas.
Te lo envío de nuevo: es el hijo de mis entrañas.
Te lo mando de nuevo como si te enviase mi propio corazón.
Y te lo he vuelto a enviar en persona, es decir, como si fuera mi propio corazón
Te envío de nuevo a Onésimo, pero hacerlo es para mí tan difícil como perder algo de mí mismo.
Te lo mando de nuevo como si te enviase mi propio corazón.
Te lo mando de regreso y con él te envío mi propio corazón.
Y te lo he vuelto a enviar en persona, es decir, como si fuera mi propio corazón.
Te lo envío de vuelta, y con él va mi propio corazón.
Te lo envío de vuelta, y con él va mi propio corazón.
Te lo envío de regreso, a él, es decir, al objeto de mi afecto.
Te lo vuelvo a enviar, a él que es mi propio corazón.
Ahora vuelvo a enviártelo, y te pido recibirlo como si me recibieras a mí mismo.
El cual te vuelvo á enviar; tu pues, recíbele como á mis entrañas.
Por eso ahora te lo envío de vuelta, y espero que lo recibas como si me recibieras a mí.
Por eso ahora te lo envío de vuelta, y espero que lo recibas como si me recibieras a mí.
El versiculo Filemón, 1:12 de los Textos Sagrados que componen la Biblia consiste en algo que es preciso tomar en todo momento en cuenta con el objetivo de hacer una reflexión sobre él.Probablemente deberíamos preguntarnos ¿Qué intentaba decirnos Dios, Creador del Cielo y de la Tierra con el versículo Filemón, 1:12? ¿Cuáles serán las coyunturas de nuestra vida cotidiana en que seremos capaces de recurrir a aquello que hemos aprendido gracias al versículo Filemón, 1:12 de la Santa Biblia?
El hecho de reflexionar sobre el versículo Filemón, 1:12 nos resulta fundamental para llegar a a ser capaces de acercarnos más al mensaje de Nuestro Señor y a elevar nuestra alma hacia Dios, ese es el motivo por el cual es conveniente acudir al versículo Filemón, 1:12 cada vez que pueda servirnos de guía para saber qué pasos dar o para traer la paz a nuestro espíritu.