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Filipenses, 4:20

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Filipenses, 4:20

¡Gloria para siempre a nuestro Dios y Padre! Amén.


Al Dios pues y Padre nuestro sea gloria por los siglos de los siglos. Amén.


Al Dios y Padre nuestro sea gloria por los siglos de los siglos. Amén.


Al Dios y Padre nuestro sea gloria por los siglos de los siglos. Amén.


¶ Al Dios pues y Padre nuestro sea gloria por los siglos de los siglos. Amén.


Al Dios y Padre nuestro ſea gloria por ſiglos de ſiglos. Amen.


¡Gloria para siempre a nuestro Dios y Padre! Amén.


¡Gloria para siempre a nuestro Dios y Padre! Amén.


Que Dios, nuestro Padre, reciba gloria por siempre. Amén.


A nuestro Dios y Padre sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.


¡A nuestro Dios Padre sea el honor por toda la eternidad! Así sea.


Que Dios, nuestro Padre, reciba gloria por siempre. Amén.


Denle a nuestro Dios y Padre la gloria para siempre. Amén.


A nuestro Dios y Padre sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.


¡Toda la gloria sea a Dios nuestro Padre por siempre y para siempre! Amén.


A nuestro Dios y Padre sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.


Al Dios y Padre nuestro sea la gloria, por los siglos de los siglos. Amén.


A nuestro Dios y Padre sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.


A nuestro Dios y Padre sea la gloria, por los siglos de los siglos. Amén.


Al Dios pues y Padre nuestro sea gloria por los siglos de los siglos. Amén.


¡Que todos alaben a Dios nuestro Padre por siempre jamás! Amén.


¡Que todos alaben a Dios nuestro Padre por siempre jamás! Amén.


El versiculo Filipenses, 4:20 de La Biblia consiste en algo que es preciso tomar siempre en consideración con el propósito de hacer una reflexión sobre él.Seguramente deberíamos preguntarnos ¿Qué trataba de proponernos Nuestro Padre que está en los Cielos con el versículo Filipenses, 4:20? ¿En qué ocasiones de nuestra vida cotidiana podemos hacer valer aquello que hemos alcanzado a saber gracias al versículo Filipenses, 4:20 de La Biblia?

Dedicar tiempo a la meditación acerca de el versículo Filipenses, 4:20 nos es de gran ayuda a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a acercarnos más a Dios, por esa cuestión es oportuno servirse del versículo Filipenses, 4:20 en todas aquellas ocasiones en que necesitemos una luz que nos guíe para saber en qué forma acturar o para traer el sosiego a nuestros corazones.