Que el Señor Jesucristo derrame su gracia sobre ustedes.
La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén. Escrita de Roma con Epafrodito.
La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén.
La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén.
La gracia del Señor nuestro, Jesús el Cristo sea con todos vosotros. Amén.
La gracia del Señor nuestro Iesus el Chriſto a con todos vosotros. Amen. Escripta de Roma con Epaphrodito.
Que el Señor Jesucristo derrame su gracia sobre ustedes.
Que el Señor Jesucristo derrame su gracia sobre ustedes.
Que la gracia de Jesucristo el Señor permanezca con ustedes.
La gracia del Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu.
Que nuestro Señor Jesucristo los bendiga en abundancia.
Que la gracia de Jesucristo el Señor permanezca con ustedes.
Que el amor del Señor Jesucristo esté con ustedes. Amén.
La gracia del Señor Jesucristo sea con el espíritu de ustedes.
Que la gracia del Señor Jesucristo sea con el espíritu de cada uno de ustedes.
Que la gracia del Señor Jesucristo sea con su espíritu. Amén.
La gracia del Señor Jesucristo sea con su espíritu.
La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con el espíritu de ustedes.
La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos ustedes. Amén.
La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén.
¡Que nuestro Señor Jesucristo llene de amor sus vidas!
¡Que nuestro Señor Jesucristo llene de amor sus vidas!
Hay que tomar constantemente en consideración el versículo Filipenses, 4:23 de La Santa Biblia de manera que podamos meditar acerca de él.Seguramente deberíamos hacernos la pregunta ¿Qué trataba de proponernos el Señor con el versículo Filipenses, 4:23? ¿En qué coyunturas de nuestra vida cotidiana seremos capaces de aplicar lo que hemos aprendido gracias al versículo Filipenses, 4:23 de la Santa Biblia?
Reflexionar sobre el versículo Filipenses, 4:23 es un gran aporte que nos permite a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a elevar nuestra alma hacia Dios, esa es la cuestión por la cual es útil acudir al versículo Filipenses, 4:23 cuando creamos que precisemos que la palabra de Dios, Nuestro Señor nos indique el camino a seguir de modo que podamos saber cómo actuar o para traer el sosiego a nuestro espíritu.