5 (6) La piel se me pega a los huesos de tanto gemir.
Por la voz de mi gemido Mis huesos se han pegado á mi carne.
Por la voz de mi gemido Mis huesos se han pegado a mi carne.
Por la voz de mi gemido mis huesos se han pegado a mi carne.
Por la voz de mi gemido mis huesos se han pegado a mi carne.
Mi coraçon fue herido, y ſe secò como la yerua; por loqual me oluidé de comer mi pan.
mi corazón está decaído como la hierba marchita; ¡ni aun deseos tengo de comer!
5 (6) La piel se me pega a los huesos de tanto gemir.
mi corazón se seca como hierba segada, hasta de comer mi pan me olvido.
A causa de la intensidad de mi gemido mis huesos se pegan a la piel.
Tengo la piel pegada a los huesos de tanto llorar.
De tanto gritar sollozando tengo los huesos pegados a la piel.
Por causa de mis gemidos, se me pueden contar los huesos.
A causa de la intensidad de mi gemido Mis huesos se pegan a la piel.
Por mi gemir, quedé reducido a piel y huesos.
Por causa de mis fuertes quejidos se pueden contar mis huesos.
Por la voz de mi gemido Mis huesos se pegaron a mi carne.
Por la voz de mi gemido mis huesos se han pegado a mi carne.
Tanto he llorado que los huesos se me pegan a la carne.
Por la voz de mi gemido Mis huesos se han pegado á mi carne.
5 (6) ¡Es muy grande mi angustia!
5 (6) ¡Es muy grande mi angustia!
El versiculo Salmos, 102:5 de La Biblia es algo que debemos tomar continuamente en cuenta con el propósito de reflexionar sobre él. ¿Qué quiso manifestarnos Dios Nuestro Señor con el versículo Salmos, 102:5? ¿Cuáles son las ocasiones de nuestra vida cotidiana en que seremos capaces de aprovechar aquello que hemos llegado a saber gracias al versículo Salmos, 102:5 de La Sagrada Biblia?
Reflexionar en relación con el versículo Salmos, 102:5 nos es de gran ayuda a ser mejores cristianos y a aproximarnos más a Dios, por eso es conveniente acudir al versículo Salmos, 102:5 cada vez que precisemos que la palabra de Dios, Nuestro Señor nos indique el camino a seguir para saber cómo proceder o para traer paz a nuestro espíritu.