Salmos, 148:2

¡Alábenlo ustedes, todos sus ángeles! ¡Alábenlo ustedes, ejércitos del cielo!

Alabadle, vosotros todos sus ángeles: Alabadle, vosotros todos sus ejércitos.

Alabadle, vosotros todos sus ángeles; Alabadle, vosotros todos sus ejércitos.

Alabadlo, vosotros todos sus ángeles; alabadlo, vosotros todos sus ejércitos.

Alabadle, vosotros todos sus ángeles; alabadle, vosotros todos sus ejércitos.

Alabaldo todos ſus Angeles: ala baldo todos ſus exercitos.

¡Alábenlo ustedes, todos sus ángeles! ¡Alábenlo ustedes, ejércitos del cielo!

Alábenlo todos sus ángeles, alábenlo todo su ejército.

Alabadle, todos sus ángeles; alabadle, todos sus ejércitos.

Alábenlo todos sus ángeles, alábenlo todos sus ejércitos.

Alábenlo todos sus ángeles, alábenlo todo su ejército.

Alábenlo sus ángeles todos, todos sus ejércitos.

Alábenlo, todos Sus ángeles; Alábenlo, todos Sus ejércitos.

¡Alábenlo, todos sus ángeles! ¡Alábenlo, todos los ejércitos celestiales!

Alábenlo, todos sus ángeles, alábenlo, todos sus ejércitos.

Alábenlo, todos sus ángeles. Alábenlo, todas sus huestes.

¡Alábenle, ustedes todos sus ángeles! ¡Alábenle, ustedes todos sus ejércitos!

¡Que alaben al Señor todos sus ángeles! ¡Que alaben al Señor todos sus ejércitos!

Alabadle, vosotros todos sus ángeles: Alabadle, vosotros todos sus ejércitos.

¡Alabemos a nuestro Dios! ¡Que lo alabe el alto cielo! ¡Que lo alaben sus ángeles! ¡Que lo alaben sol y luna! ¡Que lo alaben las estrellas! ¡Que lo alaben las lluvias! ¡Que lo alabe el universo!

Es preciso tomar constantemente en consideración el versículo Salmos, 148:2 de La Biblia con el fin de analizarlo y pensar acerca de él.Seguramente sería adecuado preguntarse ¿Qué intentaba manifestarnos Dios Nuestro Señor con el versículo Salmos, 148:2? ¿En qué ocasiones de nuestra vida diaria seremos capaces de llevar a la práctica aquello que hemos llegado a saber gracias al versículo Salmos, 148:2 de La Sagrada Biblia?

Meditar acerca de el versículo Salmos, 148:2 nos supone una ayuda a ser mejores personas y a acercarnos más a Dios, por ese motivo es bueno recurrir al versículo Salmos, 148:2 siempre que nos pueda servir de guía para saber cómo proceder o para traer el sosiego a nuestro espíritu.