Yo estuve lleno de amargura y en mi corazón sentía dolor
Desazonóse á la verdad mi corazón, Y en mis riñones sentía punzadas.
Se llenó de amargura mi alma, Y en mi corazón sentía punzadas.
Se llenó de amargura mi alma y en mi corazón sentía punzadas.
¶ Se desazonó a la verdad mi corazón, y en mis riñones sentía punzadas.
Ciertamente mi coraçon ſe azedó: y en mis riñones sentia puntas.
Yo estuve lleno de amargura y en mi corazón sentía dolor
Yo estuve lleno de amargura y en mi corazón sentía dolor
Cuando mi corazón se enfurecía y sentía envidia en mi interior
Cuando mi corazón se llenó de amargura, y en mi interior sentía punzadas
En verdad me llené de amargura y me sentí muy molesto.
Cuando mi corazón se enfurecía y sentía envidia en mi interior
Entonces me di cuenta de lo amargado y lastimado que estaba por todo lo que había visto.
Cuando mi corazón se llenó de amargura, Y en mi interior sentía punzadas
Entonces me di cuenta de que mi corazón se llenó de amargura, y yo estaba destrozado por dentro.
Se me afligía el corazón y se me amargaba el ánimo
Cuando mi corazón se amargaba Y me sentía traspasado
De veras se amargaba mi corazón y en mi interior sentía punzadas.
Yo tenía el alma llena de amargura, y sentía que el corazón me punzaba.
Desazonóse á la verdad mi corazón, Y en mis riñones sentía punzadas.
Dios mío, yo estuve muy afligido; me sentí muy amargado.
Dios mío, yo estuve muy afligido; me sentí muy amargado.
Es preciso tomar continuamente en consideración el versículo Salmos, 73:21 de La Biblia a fin de reflexionar en torno a él.Probablemente sería acertado cuestionarse ¿Qué quiso manifestarnos Dios Padre con el versículo Salmos, 73:21? ¿En qué momentos de nuestra vida cotidiana podemos recurrir a lo que hemos llegado a saber gracias al versículo Salmos, 73:21 de La Sagrada Biblia?
Dedicar tiempo a la meditación en torno a lo que se refiere el versículo Salmos, 73:21 nos resulta fundamental para llegar a a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, por eso es aconsejable acudir al versículo Salmos, 73:21 en todas aquellas ocasiones en que pueda servirnos de guía y así saber qué pasos dar o para traer el sosiego a nuestros corazones.