Todo mi ser se consume, pero Dios es mi herencia eterna y el que sostiene mi corazón.
Mi carne y mi corazón desfallecen: Mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.
Mi carne y mi corazón desfallecen; Mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.
Mi carne y mi corazón desfallecen; mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.
Mi carne y mi corazón desfallecen; la fuerza de mi corazón es que mi porción es Dios para siempre.
Desmayase mi carne y mi coraçon, ò Roca de mi coraçõ, que mi porcion es Dios para siempre.
Todo mi ser se consume, pero Dios es mi herencia eterna y el que sostiene mi corazón.
Todo mi ser se consume, pero Dios es mi herencia eterna y el que sostiene mi corazón.
Aunque mi corazón y mi cuerpo desfallezcan, mi refugio y mi heredad por siempre es Dios.
Mi carne y mi corazón pueden desfallecer, pero Dios es la fortaleza de mi corazón y mi porción para siempre.
Puede que mi mente y mi cuerpo se destruyan, pero tengo a Dios que es la roca que amo; él es todo lo que necesito en mi vida.
Aunque mi corazón y mi cuerpo desfallezcan, mi refugio y mi heredad por siempre es Dios.
La salud me puede fallar, mi espíritu puede debilitarse, ¡pero Dios permanece! ¡Él es la fuerza de mi corazón; él es mío para siempre!
Mi carne y mi corazón pueden desfallecer, Pero Dios es la fortaleza de mi corazón y mi porción para siempre.
Puede fallarme la salud y debilitarse mi espíritu, pero Dios sigue siendo la fuerza de mi corazón; él es mío para siempre.
Podrán desfallecer mi cuerpo y mi espíritu, pero Dios fortalece mi corazón; él es mi herencia eterna.
Mi cuerpo y mi corazón desfallecen, Pero ʼELOHIM es la Fuerza de mi corazón Y mi Porción para siempre.
Mi cuerpo y mi corazón desfallecen; pero la roca de mi corazón y mi porción es Dios, para siempre.
Aunque mi cuerpo y mi corazón desfallecen, tú, Dios mío, eres la roca de mi corazón, ¡eres la herencia que para siempre me ha tocado!
Mi carne y mi corazón desfallecen: Mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.
Ya casi no tengo fuerzas, pero a ti siempre te tendré; ¡mi única fuerza eres tú!
Ya casi no tengo fuerzas, pero a ti siempre te tendré; ¡mi única fuerza eres tú!
El versiculo Salmos, 73:26 de La Sagrada Biblia consiste en algo que nos conviene tomar constantemente en consideración a fin de reflexionar en torno a él.Quizás sería adecuado preguntarse ¿Qué intentaba proponernos Dios, Creador del Cielo y de la Tierra con el versículo Salmos, 73:26? ¿Cuáles son las ocasiones de nuestra vida diaria en que tenemos la oportunidad de hacer valer aquello que hemos aprendido gracias al versículo Salmos, 73:26 de La Biblia?
Dedicar tiempo a la meditación acerca de el versículo Salmos, 73:26 nos supone una ayuda a ser capaces de acercarnos más al mensaje de Nuestro Señor y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, esa es la razón por la cual es aconsejable apoyarse en el versículo Salmos, 73:26 cuando creamos que precisemos que la palabra de Dios, Nuestro Señor nos indique el camino a seguir de modo que podamos saber cómo proceder o para traer el sosiego a nuestros corazones.