Acuérdate de tu pueblo, el que adquiriste desde el principio, el que rescataste para hacerlo tribu tuya; acuérdate del monte Sión, donde has vivido.
Acuérdate de tu congregación, que adquiriste de antiguo, Cuando redimiste la vara de tu heredad; Este monte de Sión, donde has habitado.
Acuérdate de tu congregación, la que adquiriste desde tiempos antiguos, La que redimiste para hacerla la tribu de tu herencia; Este monte de Sion, donde has habitado.
Acuérdate de tu congregación, la que adquiriste desde tiempos antiguos, la que redimiste para hacerla la tribu de tu herencia; este monte Sión, donde has habitado.
Acuérdate de tu congregación, que adquiriste de antiguo, cuando redimiste la vara de tu heredad; este monte de Sion, donde has habitado.
Acuerdate de tu congregacion, que adquiriste de tiempo antiguo: quando redemiste la vara de tu heredad, eſte Monte de Siõ, donde has habitado.
Acuérdate de tu pueblo, el que adquiriste desde el principio, el que rescataste para hacerlo tribu tuya; acuérdate del monte Sión, donde has vivido.
Acuérdate de tu pueblo, el que adquiriste desde el principio, el que rescataste para hacerlo tribu tuya; acuérdate del monte Sión, donde has vivido.
Recuerda a la comunidad que antaño adquiriste, a la tribu que rescataste como heredad tuya, a este monte Sión donde tú habitas.
Acuérdate de tu congregación, la que adquiriste desde los tiempos antiguos, la que redimiste para que sea la tribu de tu heredad, y de este monte Sión donde has habitado.
No te olvides del pueblo que adquiriste desde tiempos antiguos, al que rescataste para hacerlo tu tribu. Y recuerda el monte Sion, el lugar donde vivías.
Recuerda a la comunidad que antaño adquiriste, a la tribu que rescataste como heredad tuya, a este monte Sion donde tú habitas.
Acuérdate del pueblo que adquiriste desde tiempos antiguos, de la tribu que redimiste para que fuera tu posesión. Acuérdate de este monte Sion, que es donde tú habitas.
Acuérdate de Tu congregación, la que adquiriste desde los tiempos antiguos, La que redimiste para que fuera la tribu de Tu heredad, Y de este monte Sión donde has habitado.
Recuerda que somos el pueblo que elegiste hace tanto tiempo, ¡la tribu a la cual redimiste como tu posesión más preciada! Y acuérdate de Jerusalén, tu hogar aquí en la tierra.
Acuérdate del pueblo que adquiriste desde tiempos antiguos, de la tribu que redimiste para que fuera tu posesión. Acuérdate de este monte Sión, que es donde tú habitas.
Acuérdate de tu congregación, La que compraste desde tiempo antiguo, La que redimiste para que sea tribu de tu heredad, Y de esta Montaña Sion, donde moras.
Acuérdate de tu congregación que adquiriste en tiempos antiguos y redimiste para que sea la tribu de tu heredad: este monte Sion en el cual has habitado.
Acuérdate de tu congregación, la que adquiriste desde tiempos antiguos, la que rescataste para hacer de ella tu propio pueblo; acuérdate del monte Sión, donde has habitado.
Acuérdate de tu congregación, que adquiriste de antiguo, Cuando redimiste la vara de tu heredad; Este monte de Sión, donde has habitado.
¡No te olvides de nosotros! Hace mucho tiempo nos compraste; somos el pueblo que rescataste para que fuéramos tuyos. ¡No te olvides de Jerusalén, la montaña donde habitas!
¡No te olvides de nosotros! Hace mucho tiempo nos compraste; somos el pueblo que rescataste para que fuéramos tuyos. ¡No te olvides de Jerusalén, la montaña donde habitas!
Hay que tener siempre presente el versículo Salmos, 74:2 de los Textos Sagrados que componen la Biblia para reflexionar en torno a él.Tal vez sería bueno preguntarse ¿Qué trataba de decirnos Dios, Creador del Cielo y de la Tierra con el versículo Salmos, 74:2? ¿Cuáles son los momentos de nuestro día a día en que seremos capaces de hacer valer lo que hemos llegado a saber gracias al versículo Salmos, 74:2 de Las Sagradas Escrituras?
Meditar en torno a lo que se refiere el versículo Salmos, 74:2 nos es de gran ayuda a ser mejores personas y a aproximarnos más a Dios, por ese motivo es bueno recurrir al versículo Salmos, 74:2 todas y cada una de las veces que precisemos que la palabra de Dios, Nuestro Señor nos indique el camino a seguir para saber cómo proceder o para traer el sosiego a nuestros corazones y almas.