Ya no vemos nuestros símbolos sagrados; ya no hay ningún profeta, y ni siquiera sabemos lo que esto durará.
No vemos ya nuestras señales: No hay más profeta; Ni con nosotros hay quien sepa hasta cuándo.
No vemos ya nuestras señales; No hay más profeta, Ni entre nosotros hay quien sepa hasta cuándo.
No vemos ya nuestras señales; no hay más profeta, ni hay entre nosotros quien sepa hasta cuándo.
No vemos ya nuestras banderas propias; no hay más profeta; ni hay con nosotros quien sepa. ¿Hasta cuándo?
No vemos ya nuestras ſeñales: no ay mas propheta, ni ay cõ noſotros quiẽ sepa. Hasta quando?
Ya no vemos nuestros símbolos sagrados; ya no hay ningún profeta, y ni siquiera sabemos lo que esto durará.
Ya no vemos nuestros símbolos sagrados; ya no hay ningún profeta, y ni siquiera sabemos lo que esto durará.
No tenemos bandera, no queda un profeta y nadie entre nosotros sabe cuánto durará.
No vemos nuestras señales; ya no queda profeta, ni hay entre nosotros quien sepa hasta cuándo.
Ya no vemos tus señales, ya no tenemos profetas. No sabemos cuánto tiempo más durará esta situación.
No tenemos bandera, no queda un profeta y nadie entre nosotros sabe cuánto durará.
No quedan señales de que tú nos salvarás. Ya no hay profetas. ¿Y quién puede decir cuándo terminará todo esto?
No vemos nuestras señales; Ya no queda profeta, Ni hay entre nosotros quien sepa hasta cuándo.
Ya no vemos tus señales milagrosas; ya no hay más profetas, y nadie puede decirnos cuándo acabará todo esto.
Ya no vemos señales milagrosas; ya no hay ningún profeta y ni siquiera sabemos hasta cuándo durará todo esto.
No vemos nuestras insignias, Ya no hay profeta, Ni hay entre nosotros quien sepa hasta cuándo.
Ya no distinguimos nuestras señales; ya no hay profeta, ni con nosotros hay quien sepa hasta cuándo…
¡Ya no vemos nuestras banderas! ¡Ya no hay profetas entre nosotros, ni nadie que nos diga cuánto más tenemos que aguantar!
No vemos ya nuestras señales: No hay más profeta; Ni con nosotros hay quien sepa hasta cuándo.
Ya no vemos ondear nuestras banderas; ya no hay profetas entre nosotros, ni hay tampoco quien sepa cuánto más debemos aguantar.
Ya no vemos ondear nuestras banderas; ya no hay profetas entre nosotros, ni hay tampoco quien sepa cuánto más debemos aguantar.
El versiculo Salmos, 74:9 de La Santa Biblia es algo que es aconsejable tener continuamente presente con la finalidad de hacer una reflexión sobre él. ¿Qué trataba de decirnos Nuestro Padre que está en los Cielos con el versículo Salmos, 74:9? ¿Cuáles son los momentos de nuestra vida diaria en que seremos capaces de recurrir a aquello que aprendemos gracias al versículo Salmos, 74:9 de Las Sagradas Escrituras?
Meditar sobre el versículo Salmos, 74:9 nos supone una ayuda a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a acercarnos más a Dios, por ese motivo es conveniente servirse del versículo Salmos, 74:9 siempre que necesitemos una luz que nos guíe para saber cómo actuar o para traer el sosiego a nuestros corazones y almas.