y decían a las montañas y a las rocas: «¡Caigan sobre nosotros y escóndannos de la presencia del que está sentado en el trono, y de la ira del Cordero!
Y decían á los montes y á las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos de la cara de aquél que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero
y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero
y decían a los montes y a las peñas: «Caed sobre nosotros y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero
y decían a los montes y a las piedras: Caed sobre nosotros, y escondednos de la cara de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero
Y dezian à los montes, y à las piedras, Caed ſobre noſotros, y escondednos de la cara de aquel que eſta sentado ſobre el throno, y de la yra del Cordero
y decían a las montañas y a las rocas: «¡Caigan sobre nosotros y escóndannos de la presencia del que está sentado en el trono, y de la ira del Cordero!
y decían a las montañas y a las rocas: «¡Caigan sobre nosotros y escóndannos de la presencia del que está sentado en el trono, y de la ira del Cordero!
diciendo a cumbres y peñascos: — Caigan sobre nosotros; ocúltennos para que no nos vea el que está sentado en el trono, para que no dé con nosotros la ira del Cordero.
y decían* a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros y escondednos de la presencia del que está sentado en el trono y de la ira del Cordero
Todos les decían a las montañas y a las rocas: «Caigan sobre nosotros y escóndannos del que está sentado en el trono y de la ira del Cordero.
diciendo a cumbres y peñascos: —Caigan sobre nosotros; ocúltennos para que no nos vea el que está sentado en el trono, para que no dé con nosotros la ira del Cordero.
y gritaban a las montañas: «¡Caigan sobre nosotros, escóndannos de la mirada del que está sentado en el trono y de la ira del Cordero!
y decían* a los montes y a las peñas: «Caigan sobre nosotros y escóndannos de la presencia de Aquel que está sentado en el trono y de la ira del Cordero.
Y gritaban a las montañas y a las rocas: «Caigan sobre nosotros y escóndannos del rostro de aquel que se sienta en el trono, y de la ira del Cordero
Todos gritaban a las montañas y a las peñas: «¡Caigan sobre nosotros y escóndannos de la mirada del que está sentado en el trono y de la ira del Cordero!
Y decían a las montañas y a las rocas: ¡Caigan sobre nosotros! ¡Escóndannos de la presencia del que está sentado en el trono y de la ira del Cordero!
y decían a las montañas y a las peñas: “Caigan sobre nosotros y escóndanos del rostro del que está sentado sobre el trono y de la ira del Cordero.
y decían a los montes y a las peñas: «¡Caigan sobre nosotros! ¡No dejen que nos mire el que está sentado sobre el trono! ¡Escóndannos de la ira del Cordero!
Y decían á los montes y á las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos de la cara de aquél que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero
Y todos ellos les decían a las montañas y a las rocas: «¡Caigan sobre nosotros, para que no nos vea el que está sentado en el trono! ¡Que no nos castigue el Cordero!
Y todos ellos les decían a las montañas y a las rocas: «¡Caigan sobre nosotros, para que no nos vea el que está sentado en el trono! ¡Que no nos castigue el Cordero!
Hay que tomar siempre en cuenta el versículo Apocalipsis, 6:16 de La Biblia con el objetivo de analizarlo y pensar en torno a él. ¿Qué trataba de decirnos Nuestro Padre Todopoderoso con el versículo Apocalipsis, 6:16? ¿Cuáles son las ocasiones de nuestra vida diaria en que seremos capaces de poner en práctica lo que aprendemos gracias al versículo Apocalipsis, 6:16 de la Santa Biblia?
Dedicar tiempo a la meditación sobre el versículo Apocalipsis, 6:16 nos supone una ayuda a ser capaces de acercarnos más al mensaje de Nuestro Señor y a elevar nuestra alma hacia Dios, ese es el motivo por el cual es bueno recurrir al versículo Apocalipsis, 6:16 siempre que nos pueda servir de guía para saber cómo proceder o para traer paz a nuestras almas.