Esa bondad de Dios nos enseña a renunciar a la maldad y a los deseos mundanos, y a llevar en el tiempo presente una vida de buen juicio, rectitud y piedad
Enseñándonos que, renunciando á la impiedad y á los deseos mundanos, vivamos en este siglo templada, y justa, y píamente
enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente
y nos enseña que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente
Enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo templada, justa, y píamente
Enseñandonos que renunciando à la impiedad y àlos deſſeos del ſiglo, biuamos en eſte ſiglo templada, y justa, y piamente
Esa bondad de Dios nos enseña a renunciar a la maldad y a los deseos mundanos, y a llevar en el tiempo presente una vida de buen juicio, rectitud y piedad
Esa bondad de Dios nos enseña a renunciar a la maldad y a los deseos mundanos, y a llevar en el tiempo presente una vida de buen juicio, rectitud y piedad
enseñándonos a renunciar a la impiedad y a las pasiones desordenadas de este mundo, y a vivir desde ahora de una manera sobria, recta y fiel a Dios
enseñándonos, que negando la impiedad y los deseos mundanos, vivamos en este mundo sobria, justa y piadosamente
Ese amor nos enseña a no faltarle al respeto a Dios, a abandonar la maldad del mundo y a vivir en este mundo con buen juicio, como Dios quiere, dedicados a él.
enseñándonos a renunciar a la impiedad y a las pasiones desordenadas de este mundo, y a vivir desde ahora de una manera sobria, recta y fiel a Dios
Dios quiere que nos apartemos de la impiedad y de los placeres pecaminosos y que vivamos en este mundo una vida sobria, justa y piadosa
enseñándonos, que negando la impiedad y los deseos mundanos, vivamos en este mundo sobria, justa y piadosamente
Y se nos instruye a que nos apartemos de la vida mundana y de los placeres pecaminosos. En este mundo maligno, debemos vivir con sabiduría, justicia y devoción a Dios
y nos enseña a rechazar la impiedad y las pasiones mundanas. Así podremos vivir en este mundo con dominio propio, justicia y devoción
y nos enseñó que, después de apartarnos de la impiedad y de las pasiones mundanas, vivamos sobria, justa y piadosamente en el mundo presente
enseñándonos a vivir de manera prudente, justa y piadosa en la edad presente, renunciando a la impiedad y a las pasiones mundanas
y nos enseña que debemos renunciar a la impiedad y a los deseos mundanos, y vivir en esta época de manera sobria, justa y piadosa
Enseñándonos que, renunciando á la impiedad y á los deseos mundanos, vivamos en este siglo templada, y justa, y píamente
Ese amor de Dios nos enseña que debemos dejar de hacer el mal, y no desear lo malo de este mundo. También nos enseña que, en este mundo, debemos ser honestos y fieles a Dios, y pensar bien lo que hace
Ese amor de Dios nos enseña que debemos dejar de hacer el mal, y no desear lo malo de este mundo. También nos enseña que, en este mundo, debemos ser honestos y fieles a Dios, y pensar bien lo que hace
El versiculo Tito, 2:12 de La Biblia es algo que es muy recomendable tomar siempre en consideración de manera que podamos reflexionar acerca de él.Tal vez deberíamos preguntarnos ¿Qué intentaba proponernos Dios, Creador del Cielo y de la Tierra con el versículo Tito, 2:12? ¿Cuáles son las ocasiones de nuestra vida cotidiana en que seremos capaces de recurrir a lo que hemos aprendido gracias al versículo Tito, 2:12 de La Biblia?
El hecho de reflexionar en torno a lo que se refiere el versículo Tito, 2:12 nos ayuda a ser mejores personas y a elevar nuestra alma hacia Dios, por ese motivo es aconsejable acudir al versículo Tito, 2:12 cuando creamos que pueda servirnos de guía para saber cómo proceder o para traer paz a nuestros corazones.