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Moisés y Aarón ante el faraón
1Después de esto, Moisés y Aarón se fueron a ver al faraón y le dijeron:
— Esto dice el Señor, Dios de Israel: deja salir a mi pueblo#5,1: deja salir a mi pueblo: Esta frase bien podría resumir el tema central de los siguientes capítulos (ver especialmente 6,11; 7,2.16; 8,1.20; 9,1.13; 10,3). En nombre del Señor, Moisés reclama al faraón que deje libre al pueblo de Israel, pero sus peticiones son una y otra vez rechazadas por el faraón. para que celebre en mi honor una fiesta en el desierto.
2Pero el faraón respondió:
— ¿Quién es el Señor para que yo lo obedezca y deje salir a los israelitas? Ni conozco al Señor, ni dejaré salir a los israelitas.
3Replicaron Moisés y Aarón:
— El Dios de los hebreos se nos ha manifestado; permítenos, pues, hacer tres días de camino por el desierto para ofrecer sacrificios al Señor, nuestro Dios; de no hacerlo, nos herirá con epidemias y guerras.
4Pero el rey de Egipto les dijo:
— Moisés y Aarón, ¿por qué distraen al pueblo de su trabajo? ¡Vuelvan a sus quehaceres!
5Y añadió:
— Ahora que el pueblo es numeroso, ¿pretenden que interrumpan sus trabajos?
6Aquel mismo día el faraón dio a los capataces del pueblo y a los inspectores de las obras las siguientes instrucciones:
7— A partir de ahora no volverán a proveer de paja#5,7: paja: Para dar más solidez a los adobes y hacerlos más resistentes se añadía paja al barro. a los israelitas, como antes hacían, para que fabriquen los adobes; ¡que vayan ellos mismos a buscarla! 8Pero exíjanles la misma cantidad de adobes que antes. ¡No les perdonen ni un solo adobe! Son unos holgazanes y por eso gritan: “¡Vayamos a ofrecer sacrificios a nuestro Dios!”. 9Hagan más duro su trabajo, para que estén siempre ocupados y no atiendan a patrañas.
10Los capataces y los inspectores de las obras salieron y dijeron al pueblo:
— El faraón ha ordenado que en adelante no se les proporcione paja. 11Ustedes mismos irán a buscarla donde puedan sin que por eso se les disminuya en nada la tarea.
12El pueblo se dispersó por todo el territorio de Egipto en busca de rastrojos para abastecerse de paja. 13Los capataces los apremiaban diciendo:
— ¡Completen su trabajo de cada día como cuando se les proporcionaba paja!
14Los capataces egipcios maltrataban a los israelitas encargados de dirigir los trabajos y los recriminaban diciendo:
— ¿Cómo es que ni ayer ni hoy han cubierto el cupo de adobes que se les había asignado?
15Entonces fueron los encargados israelitas a quejarse al faraón, y le dijeron:
— ¿Por qué tratas así a tus siervos? 16Se nos exige que hagamos adobes, pero no se nos proporciona paja. Somos nosotros los que recibimos los golpes, cuando el culpable es tu propio pueblo#5,16: cuando el culpable es tu propio pueblo: El texto hebreo es poco claro. Otra traducción posible sería: como si tu pueblo (los hebreos) tuviéramos la culpa..
17El faraón les contestó:
— ¡Holgazanes!, ¡no son más que una partida de holgazanes! Por eso andan diciendo: “Vamos a ofrecer sacrificios al Señor”. 18¡A trabajar! No se les proporcionará paja, pero deben hacer igual cantidad de adobes que antes.
19Los encargados israelitas se vieron en un aprieto cuando les dijeron que no se les rebajaría la producción diaria de adobes. 20Cuando salían del palacio se encontraron con Moisés y Aarón, que los estaban esperando, 21y les dijeron:
— ¡Que el Señor juzgue y sentencie! Por culpa de ustedes el faraón y su corte nos odian. Han puesto en su mano la espada para que nos maten.
22Entonces Moisés se quejó al Señor diciendo:
— ¿Por qué afliges a este pueblo? ¿Para qué me has enviado? 23Desde que fui a hablar en tu nombre al faraón, él está maltratando a tu pueblo y tú no has hecho nada para librarlo.
Desde el inicio de los tiempos Dios se comunica con nosotros. Para ello la sagrada Biblia es un vehículo muy poderoso, ya que es la palabra del Señor plasmada en negro sobre blanco. Como ya sabrás, existen varias versiones de las Sagradas Escrituras, hechas en pos de una mejor comprensión de la palabra del Señor. En la versión 'La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional versión hispanoamericana' encontramos que el capítulo 5 del Éxodo se nos muestra de la forma que podemos ver a continuación.
El libro Éxodo de la Biblia tiene 40 capítulos. Y en el capítulo 5 podemos encontrar 23 versículos, en los que Dios nos revela sus enseñanzas y nos indica a través de su inmensa sabiduría, amor y bondad, la forma en la que debemos obrar y acercarnos a Él.
No nos cabe duda de que leyendo el capítulo 5 del libro Éxodo de la versión 'La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional versión hispanoamericana' de la Sagrada Biblia te será fácil comprender como nuestro amado Padre nunca nos deja solos, y que en los textos que dejó para nosotros es posible hallar todas las respuestas que necesitamos. Recuerda que siempre puedes leer el capítulo 5 en alguna de las otras versiones de la Biblia que tenemos para ti, aunque es un ejercicio muy interesante que hayas optado por leer ahora el capítulo 5 de la versión 'La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional versión hispanoamericana' de la Santa Biblia.