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1El Señor respondió a Moisés:
— Mira, delante del faraón, te he hecho como un dios, y tu hermano Aarón será tu profeta#7,1: tu hermano Aarón será tu profeta: Una de las misiones del profeta consistía en trasmitir las palabras del Señor (Jr 1,9; Ez 3,10). Al ser Aarón el portavoz de Moisés recibe el título de profeta. Ver 4,16.. 2Tú dirás todo lo que te ordene y Aarón, tu hermano, hablará con el faraón para que deje salir de su país a los israelitas. 3Sin embargo, yo haré que el faraón se muestre intransigente#7,3: yo haré que el faraón se muestre intransigente: Ver nota a 4,21. Esta frase suena como una especie de refrán al final de cada encuentro con el terco faraón y después de cada plaga (7,13-14.22; 8,11.15; 9,7.12.34; 10,1.20.27; 11,1.10; 13,15). En unos casos se indica que el faraón se obstina por sí mismo; en otros, como en el presente, es Dios quien endurece su corazón., y tendré que realizar muchas señales y prodigios en Egipto.#Hch 7,36. 4Aun así, el faraón no los escuchará; pero yo descargaré mi poder sobre Egipto y sacaré de allí a Israel mi pueblo como un ejército en orden de batalla, y en medio de grandes castigos. 5Cuando haya desplegado mi poder y hecho salir a los israelitas de en medio de ellos, reconocerán los egipcios que yo soy el Señor.
6Moisés y Aarón hicieron exactamente lo que les ordenó el Señor. 7Cuando hablaron con el faraón, Moisés tenía ochenta años y Aarón ochenta y tres.
Las plagas de Egipto (7,8—11,10)#7,8—11,10: Esta sección contiene el relato de las nueve primeras plagas de Egipto (7,14—10,29) y el anuncio de la décima (11,1-10). El tema central es, en primer lugar, acreditar al Señor, es decir, conseguir que el faraón reconozca su poder; en segundo lugar, se trata de acreditar a Moisés delante de los israelitas y ante el faraón. Estas plagas o prodigios son demostraciones del poder de Dios sobre los fenómenos naturales.
La vara de Aarón
8El Señor dijo a Moisés y Aarón:
9— Cuando el faraón les pida que hagan algún prodigio, le dirás a Aarón que tome su vara y la arroje delante del faraón; entonces la vara se convertirá en una serpiente.
10Moisés y Aarón se presentaron ante el faraón e hicieron exactamente lo que les había ordenado el Señor. Aarón arrojó su vara ante el faraón y sus cortesanos, y la vara se convirtió en una serpiente. 11El faraón mandó entonces llamar a sus sabios y magos, y los hechiceros de Egipto hicieron lo mismo con sus artes mágicas. 12Cada uno arrojó su vara que también se convirtió en serpiente; pero la vara de Aarón engulló a las otras. 13A pesar de ello, tal como predijo el Señor, el faraón se mantuvo intransigente y no les hizo caso.
Primera plaga: el agua convertida en sangre
14El Señor dijo a Moisés:
— El faraón continúa intransigente y no deja salir al pueblo. 15Así pues, mañana temprano, cuando se dirija al río, hazte el encontradizo con él, a la orilla del Nilo; no olvides llevar contigo la vara que se convirtió en serpiente 16y dile:
— El Señor, Dios de los hebreos, me envía a decirte: “Deja salir a mi pueblo para que me rinda culto en el desierto”. Pero hasta ahora no has querido obedecer. 17Por tanto, esto dice el Señor: Ahora vas a saber que yo soy el Señor. Por eso, cuando yo, Moisés, golpee las aguas del Nilo#7,17: del Nilo: Se percibe una cierta progresión en la sucesión de las nueve primeras plagas. Las primeras afectan a la naturaleza inanimada (el Nilo), luego intervienen los animales, que a pesar de ser pequeños, son tremendamente dañinos, aunque no mortales. Después viene una mortífera epidemia que afecta a los animales mayores y, seguidamente, tanto seres humanos como animales se cubren de llagas purulentas. La fuerte granizada ocasiona ya algunas muertes (9,19—21,25) y las langostas destruyen todos los recursos alimenticios del país (10,15). Finalmente, la oscuridad es una especie de retorno al caos original, antes de que Dios separara la luz de las tinieblas (ver Gn 1,2). con la vara que llevo en mi mano, se convertirán en sangre; 18los peces del Nilo morirán, y el río apestará de tal manera que beber de sus aguas causará una gran repugnancia a los egipcios.
19El Señor dijo a Moisés:
— Manda a Aarón que tome su vara y extienda su mano sobre las aguas de Egipto, sobre sus ríos y canales, sobre sus estanques y todos sus depósitos de agua. Todas las aguas se convertirán en sangre; habrá sangre en todo el país de Egipto, incluso en los recipientes de madera y de piedra.
20Moisés y Aarón obraron según lo ordenado por el Señor: Aarón alzó su vara, golpeó las aguas del Nilo ante la mirada del faraón y sus cortesanos, y las aguas del río se convirtieron en sangre#7,20: se convirtieron en sangre: Esta y otras plagas de los cps. 7—11 sirvieron de base mucho más tarde para describir algunas de las catástrofes del Apocalipsis. Ver Ap 8,2-11.19; 16,1-21.. 21Los peces del Nilo murieron, y el río empezó a despedir un olor tan pestilente que los egipcios no pudieron beber de sus aguas. Egipto entero se llenó de sangre.
22Pero los magos de Egipto, valiéndose de sus artes mágicas, hicieron lo mismo. Así que el faraón continuó intransigente y no escuchó a Moisés y Aarón, tal como el Señor había predicho. 23Sin dar importancia a lo ocurrido, el faraón se volvió a su palacio. 24Los egipcios tuvieron que excavar pozos en las márgenes del Nilo para sacar agua potable, pues el agua del Nilo ya no lo era.
Segunda plaga: las ranas
25Siete días después de que el Señor golpeara el agua del Nilo, 26el Señor dijo a Moisés:
— Preséntate ante el faraón y dile: “Esto dice el Señor: Deja salir a mi pueblo para que me rinda culto. 27Si te opones a dejarlo salir, infestaré tu reino con una plaga de ranas. 28El Nilo bullirá de ranas, que saldrán de él y se meterán en tu casa, en tu alcoba, y en tu misma cama; se meterán también en las casas de tus cortesanos y de tu pueblo, en tus hornos y en tus artesas. 29Llegarán incluso a saltar sobre ti, sobre tus cortesanos y sobre todo tu pueblo”.
Desde el inicio de los tiempos Dios se comunica con nosotros. Para ello la sagrada Biblia es un vehículo muy poderoso, ya que es la palabra del Señor plasmada en negro sobre blanco. Como ya sabrás, existen varias versiones de las Sagradas Escrituras, hechas en pos de una mejor comprensión de la palabra del Señor. En la versión 'La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional versión hispanoamericana' encontramos que el capítulo 7 del Éxodo se nos muestra de la forma que podemos ver a continuación.
El libro Éxodo de la Biblia tiene 40 capítulos. Y en el capítulo 7 podemos encontrar 25 versículos, en los que Dios nos revela sus enseñanzas y nos indica a través de su inmensa sabiduría, amor y bondad, la forma en la que debemos obrar y acercarnos a Él.
No nos cabe duda de que leyendo el capítulo 7 del libro Éxodo de la versión 'La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional versión hispanoamericana' de la Sagrada Biblia te será fácil comprender como nuestro amado Padre nunca nos deja solos, y que en los textos que dejó para nosotros es posible hallar todas las respuestas que necesitamos. Recuerda que siempre puedes leer el capítulo 7 en alguna de las otras versiones de la Biblia que tenemos para ti, aunque es un ejercicio muy interesante que hayas optado por leer ahora el capítulo 7 de la versión 'La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional versión hispanoamericana' de la Santa Biblia.